Un mes y medio de cuarentena significa una cosa segura para cualquier gamer: ya diste vuelta ese último juego diez veces. Y no te hartaste, no, pero seguro te vendría bien mechar con otro ligerito para refrescar la cabeza, algo invaluable hoy día. Así que el NO te propone seis títulos muy light y, además, gratis o re baratos. Todos están en Steam y son aptos para jugadores casuales. Y aunque alguno se lleva mejor con un joystick, en todos los casos alcanza con teclado y mouse para manejarlos.
Nubarron: the Adventure of an Unlucky Gnome
Que el título no llame a engaño: Nubarron es un juego argentino del estudio Nastycloud. El nombre mismo del protagonista debería revelarlo: al desafortunado gnomo lo sigue a todos lados una nube densa y cargada que se agita a la par de sus sentimientos. Así las cosas, Nubarron es un juego de plataformas con algunos puzzles y una historia por contar. Los veteranos del género advertirán varias referencias a otros clásicos de los fichines de correr, trepar y saltar, como la quest de completar una linda “enciclopedia” de cosas sobre el universo en el que transcurre la aventura. Pero sobre todo, Nubarron es muy agradable de ver, con varias soluciones gráficas bien logradas. Está $100 en Steam.
BDSM. Big Drunk Satanic Massacre
¿Se puede hacer un shooter con perspectiva isométrica, alusiones a Doom y todas las referencias posibles al coronavirus? Big Way Games lo hizo. Y le puso música metalera al taco de fondo, obviamente. BDSM (ahí otra referencia, al bondage y sadomasoquismo) pone en escena a un demonio con malas pulgas que trata de restituir un poco de orden al Infierno mientras escabia leche y vuela a los tiros todo lo que se le cruza (básicamente, otros demonios). La versión de prueba tiene varios niveles y es gratis. El full orilla los $225 en Steam.
Neon Boost
Otro plataformero, pero en primera persona. Colores estridentes (hola, Neon), incrementos de velocidad y carreteras flasheras que transitar. No hay historia que valga la pena descubrir, pero sí algunas cuotas de adrenalina para dejar cubiertas. Toma un ratito encontrarle el pulso a los tiempos de reacción y la física del universo que propone acá el estudio alemán Sample Text, pero con jostick va mucho mejor. Velocidad, colores y música electrónica. A veces es todo lo que se necesita para abstraerse de la pandemia un rato. Gratis-gratis en Steam.
Brawlhalla
Juegos de pelea hay mil quinientos. ¿Por qué éste? Los gráficos son súper simpáticos. Los luchadores tienen una estética cartoon/semi-funny que funciona muy bien. Además, entre los personajes base para elegir hay un pirata. ¿Y quién no querría un juego de pelea con un pirata? En este título de Blue Mammoth Games se elige un equipo de “leyendas”, con sus propios sets de poderes especiales y armas personalizadas, para pelear en plataformas contra otros equipos. Es sencillo pero aceptablemente variado. Las leyendas van cambiando (y siempre se puede poner un mango extra para personalizarlas), tiene una red mundial de juego online y hasta incluye personajes de la popular serie animada Steven Universe. El juego es free-to-play aunque, como ya es costumbre, tiene algunos packs de expansiones que van de los $115 a los $1100.
City Monsters
¿Ganas de romper algo en la cuarentena? ¿Qué tal salir a la calle y romper edificios? Eso propone City Monsters, pero encarnando monstruazos gigantescos, a lo Godzilla. ¿Es complejo? No. ¿Tiene los mejores gráficos del mundo? Tampoco. ¿Es medio pavote? Más bien bastante. Y ahí está su gracia. Llevás al gigantón de turno por las calles de una ciudad sin personalidad y la arrasás hasta que los patrulleros te atacan los tobillos. En el proceso juntás moneditas que te permiten “destrabar” nuevos monstruos. Y vuelta a empezar. A veces el principio KISS (“Keep it simple, stupid”) es todo lo que necesitamos para pasar la tarde, y los de NewGen lo entendieron. También está gratis en el catálogo Steam.
Killsteel
Killsteel es un trabajo práctico. Y dicho esto no como modo de menospreciarlo. Es realmente un trabajo práctico, fruto de la cursada de un grupo de estudiantes de la Universidad de Utah. Pero funciona muy bien y puede entretener un buen rato. Te pone al volante de un vehículo clásico para chocar a tus contrincantes en distintas escenografías. Y a ver cuánto aguanta el cascajo antes de venirse abajo. No tiene intención comercial así que no hay ventas integradas ni nada parecido, pero la contra es que tampoco parece que vaya a ampliarse el concepto. Se consigue gratis, claro.