La conmemoración del 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial llegó en medio de la pandemia del coronavirus
. En varios países del viejo continente se realizaron actos enmarcados en estrictas medidas de aislamiento social y cuarentena. En Alemania el presidente Frank-Walter Steinmeier recordó la fecha como el momento en que su país se liberó del nazismo. "La memoria no es una vergüenza, el negacionismo sí es una vergüenza", sostuvo el mandatario. Tanto allí como en Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos los actos se hicieron con pocas personas, pero con gestos significativos.
"El final de la dictadura nazi"
En Alemania la conmemoración fue muy diferente a otros años. La Puerta de Brandeburgo, el centro histórico de Berlín, apenas si contó con la presencia de un puñado de personas. Entre ellos estuvieron los máximos representantes del Estado: el presidente, la canciller Angela Merkel, los líderes de ambas cámaras del Parlamento y el titular del Tribunal Constitucional. Los cinco depositaron una ofrenda en el memorial. "Habíamos invitado a miles de niños que antes hubieran sido tratados en Alemania como enemigos y que ahora son nuestros amigos. Ese era el plan y lamentablemente no ha podido ser", afirmó Steinmeier, aludiendo a las consecuencias del brote en la celebración en Berlín.
Para el presidente a Alemania le llevó generaciones entender esta fecha como una “liberación del nazismo”. "El 8 de mayo de 1945 fue el final de la dictadura nazi, el fin de noches y bombas y marchas de la muerte, de crímenes alemanes sin precedentes”, sostuvo el mandatario. La lección clave de la guerra, el "Nie wieder" (Nunca más), significa para Steinmeier también un "nunca más solos". "Tenemos que mantener Europa unida, si no lo conseguimos no somos dignos del 8 de mayo. Si Europa fracasa, fracasa el 'nunca más'". dijo el presidente. También sostuvo que en 1945 la liberación vino de afuera y que hoy el desafío pasa por librar a su país de la tentación a caer en un nuevo nacionalismo. "Solo porque asumimos nuestra historia los pueblos del mundo nos han dado nueva confianza. No hay patriotismo alemán sin quiebres. La historia alemana es una historia rota", aseguró el mandatario. Con respecto al actual contexto de aislamiento Steinmeier pidió a su gente aprovechar el silencio para hacer memoria. “Le pido a todos los alemanes que recuerden a las víctimas de la guerra y del nacionalsocialismo. Piensen en lo que significa el 8 de mayo para su vida y para lo que hacen", agregó el presidente.
Actos limitados a lo esencial
En Francia, en tanto, las celebraciones siguieron el protocolo de todos los años pero limitadas a lo esencial. La tarde soleada de París, en pleno confinamiento, mostró las calles de los Campos Elíseos vacías. Ninguna autoridad llevaba barbijo bajo el Arco de Triunfo. Allí el presidente Emmanuel Macron depositó una ofrenda floral acompañado de su primer ministro, Edouard Philippe, y otros miembros del gobierno. No hubo discursos y apenas un despliegue mínimo. La ceremonia transcurrió sin desfiles del ejército, ni invitados, ni palcos de prensa. El brote de coronavirus impidió el viaje que Macron tenía previsto hacer a Moscú. Sin embargo tanto el presidente de Francia como su par ruso, Vladimir Putin, mantuvieron una charla telefónica. Durante la conversación, Macron sostuvo que el actual contexto potenciaba la necesidad de construir un mundo de paz y estabilidad, según un comunicado de la cancillería francesa.
En Moscú la victoria aliada se celebra un día después, el 9 de mayo. Esto se debe a que la diferencia horaria en Europa hizo caer la firma de la rendición alemana al día siguiente en la Unión Soviética. La expansión de la covid-19 obligó a Putin a aplazar el desfile militar en la plaza Roja, donde habían sido invitados dignatarios extranjeros. Lo que sí se mantuvo fueron las actividades de la fuerza aérea.
En el Reino Unido, la reina Isabel II encabezó las celebraciones con un discurso televisado. La soberana, que el mes pasado cumplió 94 años, se dirigió a la nación en un discurso pregrabado desde el castillo de Windsor. La hora elegida para su emisión fue a las cinco de la tarde, la misma hora del mismo día en que lo hizo su padre, el rey Jorge VI, en 1945. Los festejos fueron organizados siguiendo las normas de confinamiento social. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una ofrenda de flores en Washington, en el memorial de la Segunda Guerra Mundial.
El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) António Guterres aprovechó la fecha para remarcar que la pandemia desencadenó un tsunami de odio y xenofobia. Y pidió al mundo detener esta situación. "Debemos actuar ahora para fortalecer la inmunidad de nuestras sociedades contra el virus del odio. Por ello, hoy pido que no se escatimen esfuerzos para erradicar el discurso del odio en todo el mundo", enfatizó Guterres.