“Queremos activar los juicios en todo el país de forma remota, o de la forma que se pueda, porque los genocidas se están muriendo y tenemos la esperanza de que sean juzgados. Y, quizás, también de que se les ablande el corazón y puedan darnos datos de lo que pasó con nuestros hijos y nietos que nos faltan”. Estela de Carlotto es clara, firme y enfática como siempre al sentar posición, como vienen haciendo las Abuelas de Plaza de Mayo. La presidenta del organismo dialogó con Página/12 acerca de la importancia de que el Poder Judicial continúe con los juicios de lesa humanidad, más allá del aislamiento social, preventivo y obligatorio que decretó el gobierno de Alberto Fernández hace más de un mes por el avance del coronavirus.
“Estamos transitando un momento de pandemia que nos obliga a quedarnos en nuestras casas para cuidarnos, pero eso no significa que las Abuelas estemos paralizadas. Nosotras y nuestros equipos estamos trabajando en nuestros domicilios y sobre todo seguimos teniendo el imperativo urgente de seguir buscando justicia y a los nietos que nos faltan. La pandemia no nos detiene, la Justicia tiene que llegar”, advirtió Carlotto. En ese sentido, agregó que “no podemos perder tiempo en cosas que no se vinculen a nuestros principales objetivos: obtener verdad, justicia y encontrar a nuestros nietos”.
La presidenta de Abuelas habla de “el tema que está en el aire", por el cual Abuelas hizo públicos en estos días dos comunicados. "Nuestros abogados han presentado un reclamo ante la Justicia, conjuntamente con el CELS, para volver a activar los juicios de lesa humanidad en todo el país. En la mayoría de ellos las Abuelas somos querellantes y nos preocupa que el tiempo que se emplea para llevarlos a cabo es, de por sí, excesivamente largo y lento, y con la pandemia de por medio, aún más”, explica.
Hace varios días la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad (Proculesa), respaldada por distintos organismos de derechos humanos, había presentado una carta a la presidenta de la Cámara de Casación Penal, Angela Ledesma, para que los procesos no se congelen. Como respuesta, Ledesma recomendó a los tribunales orales que tengan en trámite juicios por causas de lesa humanidad “cuya conclusión permita realizarse por vía remota o que fuere posible sin gran desplazamiento de participantes conforme los protocolos vigentes, procedan en consecuencia, con observancia de las medidas emanadas de la autoridad sanitaria”.
De Carlotto remarcó que “hubo una respuesta positiva, dentro de lo que se propuso”, pero lo que reclaman desde Abuelas es que la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Unidad de Superintendencia para delitos de lesa humanidad pongan en funcionamiento la Comisión Interpoderes, para de esa forma poder delinear los protocolos que hagan posible la reanudación de las investigaciones y los juicios en el contexto de la pandemia de covid-19.
“La Comisión Interpoderes de la Corte Suprema no se reúne hace un montón de años y eso no puede seguir así”, dijo la abuela de Plaza de Mayo. “También le pedimos al Consejo de la Magistratura que, junto con la Corte, reactiven los juicios de la manera que se pueda en este momento especial y recurriendo a las formas virtuales para poder continuar en ausencia, o sea, por vía remota”, agregó.
“Necesitamos que se avance en estos procesos donde acusamos a los responsables porque tenemos la esperanza de que, más allá de que puedan tener la condena que les corresponde, ellos también puedan ablandar el corazón y decir algo”, afirmó con respecto a los genocidas y agregó que “se están muriendo, son personas mayores y algunos no han sido juzgados, otros han tenido beneficios realmente repudiables como la prisión domiciliaria y eso no puede suceder más”.
A su vez, De Carlotto explicó que "las Abuelas estamos siempre vigilantes en el tema de las acciones en la justicia porque es triste sentir que se murió un genocida, después de 43 años de lucha, sin lograr la justicia. Son muchos años que llevamos luchando las abuelas y no lo merecemos”. Por ese motivo remarcó que “queremos que la Justicia busque los recursos necesarios para apurar y agilizar los juicios que tenemos en todo el país”.
Para la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, el juicio de la “Subzona 15” en Mar del Plata , cuya sentencia fue dictada de forma remota, “es un ejemplo de que se puede tener activa la Justicia aunque tengamos esta cuarentena que nos hace quedar en nuestros domicilios. Se puede hacer exactamente igual”, agregó.
Con respecto a la pandemia y el aislamiento obligatorio, De Carlotto remarcó que “estamos sufriendo la ausencia de la familia directa, de no poder verla, abrazarla, de besar a los nietos y bisnietos que tenemos las abuelas, de no poder estar en las reuniones familiares, cumpleaños, casamientos, e incluso de no poder asistir a los velatorios, una despedida necesaria en esa instancia tan triste”. En ese sentido, con respecto a la falta de presencia en los juicios, indicó que “también se sufre al no poder asistir a los juicios orales y públicos, como ocurrió en la condena de Mar del Plata, donde se dio prisión perpetua a 28 asesinos”.
“Es doloroso no poder abrazarnos con nuestras filiales de allá, haber acompañado solo a la distancia. Sin duda es algo que nos falta, pero lo que interesa, dejando de lado lo personal y ese sentimiento muy humano de querer estar y abrazar, es que se sigan llevando a cabo los juicios para poder darnos la alegría del triunfo de una condena”. “Eso nos va a hacer muy bien aunque estemos en cuarentena”, subrayó. “Hay que ver que sucede con la Corte Suprema de Justicia, pero tengo la satisfacción y la fuerza de todavía, a pesar de los años, poder reclamar y estar obteniendo respuestas positivas. Esperamos que se siga en esa línea”, concluyó, retomando su mensaje histórico.
Informe: Melisa Molina.