El próximo miércoles en la planta de Acindar de Villa Constitución se realizará una reunión solicitada por teléfono por el CEO de la compañía Marcelo Marino al intendente Jorge Berti. El ejecutivo de la metalúrgica le adelantó que "es prácticamente una decisión tomada bajar en un cincuenta por ciento las prestaciones de la empresa en Villa Constitución y trasladar esa producción a otra parte", según relató el jefe comunal. "Las razones de esa determinación se basan principalmente en impedimentos para llevar adelante la producción por los conflictos internos que se originan con el personal", agregó Berti. Consultado por Página/12, el secretario general de la UOM de Villa Constitución Pablo González, desestimó que esas sean las razones, al sostener que "hay más de una situación, entre ellas la paritaria que firmamos a partir del compromiso de Macri con la empresa, que no cumplió, de quitar el impuesto a la estadística de 3 pesos por dólar. Además en el mercado regional hubo devaluaciones y con el dólar oficial ellos denuncian pérdida de competitividad ya que desde 2015 las exportaciones eran lo más importante, puesto que hasta entonces el mercado interno, que siempre fue lo fuerte, el gobierno anterior lo destrozó".
El 28 de abril, el ministro de Trabajo de la provincia Roberto Sukerman mantuvo contacto con los diferentes actores sin percibir la inminencia de un conflicto. "Nosotros nos fuimos de la reunión con los directivos de Acindar y los referentes sindicales con la idea de que se podrían poner en marcha los tres turnos, muy lejos de esta versión por la que me consulta ahora" dijo el ministro a este diario, más preocupado por el cumplimiento de los protocolos por covid-19. Confirmó que "estamos dispuestos a reunirnos con quien haga falta pero hasta el momento nadie nos ha convocado".
Fuentes de la empresa reconocieron que la situación laboral es compleja ya que "conviven visiones encontradas, por una lado la UOM y su secretario general y por otro la comisión gremial interna que tiene otra posición" . Sin embargo, la fuente --que pidió reserva-- reconoció que la caída del mercado interno y la conducción de la empresa, que mudó a manos brasileñas, son otros dos aspectos concurrentes a esta situación.
Más allá de las versiones contradictorias, en la ciudad distante cincuenta kilómetros de Rosario, es vox populi que "se llevan la mitad de la producción a Brasil". Eso es lo que ha logrado instalar la empresa y va a obligar al gobierno de Omar Perotti a tomar cartas en el asunto. En la planta hoy hay 1200 trabajadores con convenio de la UOM, otros mil contratistas, 350 de UOCRA y hasta 50 gastronómicos. La planta esta trabajando prácticamente a un tercio de la capacidad instalada y desde fines de abril está vigente un acuerdo de suspensiones rotativas de 300 a 400 operarios.
Villa Constitución está atravesada por Acindar, no hay persona en la ciudad que no tenga una historia relacionada con este gigante del acero, directa o indirectamente. Todos en "Villa" tienen algo para contar, sea el "Villazo" del 20 de marzo de 1975, cuando miles de policías y Falcon verdes invadieron las calles para secuestrar y diezmar a los obreros y sus representantes, entre ellos el ya mítico Alberto Piccinini, Victorio Paulón y otros jóvenes dirigentes que no comulgaban con la estructura sindical del peronismo de aquellos años. El CEO de la empresa era nada menos que José Alfredo Martínez de Hoz, luego ministro y numen del plan económico de la dictadura militar. "Esto es un apriete, decir que se llevan la mitad a Brasil es para sacar alguna ventaja, ya van a ver...", dijo un "sobreviviente" de aquellos episodios trágicos que al despedirse adelantó: "Esto de echarle la culpa a los laburantes es como la historia del tero, que cacarea en un lugar y el huevo lo pone en otro".