Rosario duplicará su movimiento a partir de hoy, según la estimación del municipio. El secretario de Desarrollo Económico y Empleo Sebastián Chale le apuntó a Rosario/12 que ingresar en la fase 4 de la cuarentena acarreará una actividad de entre el 50 y 60 por ciento de un día habitual. Hasta el día de ayer era del 30 por ciento. La apertura de comercios mayoristas y minoristas no esenciales impactará de lleno en el andar de la ciudad, aunque desde la Municipalidad instaron a evitar el centro y resolver la compra de mercancía de los centros comerciales barriales, dentro de lo posible. Los controles vehiculares no dejarán de existir, pero pasarán a un segundo plano y los operativos se concentrarán en cumplir el distanciamiento social y los protocolos de atención.
“Prudencia” les pidió a los rosarinos el intendente Pablo Javkin en la entrevista que Rosario/12 publicó ayer. El sábado retomaron las inmobiliarias, mudanzas y construcciones privadas de hasta cinco personas en el conglomerado Gran Rosario y, según el juicio de la Intendencia, no incidió en el movimiento y los rosarinos mantuvieron el cumplimiento de la cuarentena. Tampoco salieron cantidades de gente a la calle a solearse por el buen clima del fin de semana, como algunos temieron.
Si bien hoy será un día atípico por el paro del transporte (ver aparte) que decretó la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el levantamiento de persianas en los comercios modificará y de manera rotunda el panorama. “Lo que tenemos que hacer es tratar de no retroceder, si tuviéramos que hacerlo sería muy atrás, a un momento mucho más duro. Por eso vamos a iniciar esta etapa, medir 14 días, ir trabajando protocolos para otras actividades, y pasadas estas dos semanas si el resultado sanitario es bueno, seguiremos avanzando”, advirtió Javkin.
A lo largo del fin de semana, el municipio recepcionó consultas y dudas, sobre todo, de comerciantes de diversos rubros. A la vez, se nutrió de la información que recabó la secretaria de Control y Convivencia Carolina Labayru. Es que hasta ayer, los controles y monitoreo fueron el eje del Estado local. Desde la primera mañana de hoy, el municipio será promotor del distanciamiento, con el pedido de respeto a las condiciones de trabajo, a la fila en la vereda y la distancia de dos metros entre clientes de los negocios. Y por otro lado, insistirá en explicar que el transporte seguirá destinado a los trabajadores de actividades esenciales. “Va a ser lo más difícil de controlar, porque hay servicio determinado de unidades”, concedió Chale.
Los empleados de comercios que regresen a su trabajo deberán hacerlo en autos particulares, a través del sistema de bicicletas públicas o a pie, pero no mediante un colectivo. Y en esta “etapa de transición”, como la denomina el funcionario, la recomendación general a los potenciales clientes es que resuelvan su compra en el barrio en el que viven. “Tenemos 25, 27 centros barriales con buena oferta, pedimos no ir al centro salvo para lo esencial”, pidió el secretario.
Otro rubro, además del comercio, al que la Municipalidad le prestará suma atención es el bancario. Las entidades atienden desde hoy en Rosario desde las 8.15, “una novedad que requiere mucha preparación”. Encima, si bien el porcentaje de bancarizado es alto, es semana de cobro para el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), jubilaciones y sueldos.
“Hay que cambiar el foco”, exhortó Chale y agregó: “Entramos en la fase 4, donde vamos a hacer hincapié en la distancia social y los protocolos para comercio e industria más que la movilidad”. En ese sentido, el funcionario apuntó que los controles serán rígidos a la hora de pedir que los rosarinos no se aglomeren en galerías y complejos. Además, solicitó que se haga un pedido de turno previo en los comercios y mantener el teletrabajo en lo posible. “A partir de hoy hablaremos de nueva normalidad, porque pese a que tengamos un mejor escenario y buenos números, son prácticas que no se van a abandonar”, cerró.