Por más que no sabe que será de su futuro a partir del 30 de junio, Joaquín Pucheta tiene bien claro que la solidaridad no puede esperar. Por eso, el arquero de All Boys, figura clave para que el equipo se sostuviera en la B Nacional, lleva adelante, junto a su familia, una olla popular que funciona dos veces por semana para ayudar a las personas más vulnerables en San Francisco Solano.
"La verdad que salió todo muy lindo. Pero bueno, muy contento, pero golpeado a la vez. Muchos chiquitos trajeron su tupper y eso es duro. Gracias a Dios, pudimos hacer comida, pan y fruta de postre”, contó el arquero en una entrevista publicada en el sitio Sólo Ascenso. "La necesidades están, son grandes. Más ahora con lo que estamos pasando. Pero lo importante es que los podamos ayudar y que no se sienta tanto el problema que vivimos", explicó Pucheta, cuyo contrato vence a fines de junio y no tiene idea de lo que sucederá después con su futuro.
Nacido en Chaco e hijo de un albañil, el arquero de 27 años fue el ideólogo de la movida, que contó con la enorme colaboración de su familia. "La idea fue mía. Se la comenté a mi cuñado Rodrigo y le dimos para adelante. Le pedí la olla a mi amigo Pablo, compramos cosas y también comenté a mi familia y amigos para divulgar la noticia. Y ellos mismos también donaron cosas", explicó el futbolista, que comenzó su carrera en Lanús y, sin oportunidades en primera división, luego se marchó a Estudiantes de Buenos Aires.
Dispuesto a cocinar junto con sus familiares, Pucheta también se encarga de racionalizar las porciones y entregarlas a las personas más necesitadas de la localidad del partido de Quilmes. Y gracias a las donaciones de algunos vecinos, pudo ampliar la idea original y sumó nuevas jornadas de meriendas y de almuerzos. "No voy a mentir, a nosotros no nos sobra nada, pero invertimos y con la ayuda de los vecinos, que donaron cosas, se nos hizo más fácil", explicó el arquero solidario.