El consumo de agua mineral superó en Estados Unidos el año pasado por primera vez al de gaseosas. El consumo per cápita de agua embotellada entre los estadounidenses fue de 149,3 litros en 2016, según datos de la consultora Beverage Marketing Corporation. Las gaseosas, en cambio, cayeron a 146,3 litros. Hace solo diez años su consumo superaba los 190 litros al año mientras que el de agua embotellada se mantuvo por debajo de los 114 litros de media hasta 2011.