La naturaleza no deja de sorprender. Como consecuencia de la cuarentena impuesta por el coronavirus que obligó a las personas a recluirse en sus casas, en las últimas semanas se impusieron las imágenes de animales que rara vez son vistos y que vuelven a recuperar terreno en sus hábitats. Esta vez una de esas escenas que se habían vuelto infrecuentes por el avance de los seres humanos sobre la naturaleza tuvo lugar en el Padre Island National Seashore, en Texas, Estados Unidos, donde aparecieron dragones azules.
De solo tres centímetros de largo, los dragones azules “vuelan” sobre el agua. Son pequeñas babosas marinas llamadas glaucus atlanticus. Habitan los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.
Quienes estuvieron por estos días en el Padre Island National Seashore se sorprendieron al encontrarlos. En el lugar admiten que se trata de “un hallazgo raro”.
Uno de los que se topó con los dragones azules fue Hunter Lane, un chico de 7 años de Arizona. En cuestión de minutos encontró cuatro. Su padre, Trey Lane, remarcó a CNN que en treinta años de visitas al lugar jamás había visto alguno.
Jamie Kennedy, vocera del parque, habló con la misma cadena de noticias y también señaló que hace dos años que trabaja allí y no tenía noticias de los dragones azules. Según dijo, el hallazgo se produjo porque se acercan a la costa.
Al desplazarse por el agua, los dragones azules
dejan un llamativo destello de ese color. Son los depredadores naturales de un
animal similar a las medusas. Al comerlas almacenan sus células punzantes de
sus presas y las utilizan para defenderse, lo cual hace que su picadura sea
dolorosa.