Valorarnos y salir adelante. Entender que el prIncipe azul existe en los cuentos. Eliminar el mOdelo romántico. Traer Luz a tanta oscuridad. Realizar tallEres donde podamos debatir todos los mitos que nos atan. ReNacer. Empezar desde la eduCación. Conservar y valorar la vIda. Ayudar a todas las personas que pasen por situaciones similares.
Si observan el párrafo anterior, las letras en mayúscula y negrita forman la palabra VIOLENCIA. Me permití hacer este juego para mostrar que es sólo una palabra, y que con sus letras podemos formar otras palabras que nos cambien la vida.
Pero cómo podemos hacer para darnos cuenta de que estamos entrando en una relación enfermiza y violenta, si justamente al comienzo eso no se ve y nos dicen lo que queremos escuchar. Entonces alguien dice: tenés que salir de ahí, no ves cómo te trata. Un día te levantás y te das cuenta de que para vestirte y salir a la calle, tenés miedo de ponerte algo que a él no le guste, o para que no te revise el celular dejás de hablar con tus amigos, dejás de tener amigos. Así y todo, se enoja, te cela, te pega, te viola, no te da dinero, te mata de a poco.
Cuando me propusieron escribir esta nota, me sentí muy movilizada. Personalmente, pasé por una situación así hace muchos años, no se llegó a la violencia física, pero igualmente quedamos, como digo yo, con la cabeza quemada.
Entonces, después de años y años de terapia y de estudiar abogacía, empecé a pensar lo siguiente:
¿Y si nos planteamos un cambio “antes” y no “después”?
Después no sirve, ya estás llena de moretones, con una angustia que no te deja pensar, un ojo hinchado que no te deja ver, y un corazón que difícilmente pueda volver a amar.
Después del maltrato, puede pasar que no te quieran tomar la denuncia, o que la tomen y tu ex/actual pareja te espere en la esquina para pegarte otra vez, quizás ahora hasta matarte.
Quizá con suerte lográs que se vaya, pero como tenés dos, tres o más pibes, no te pasa más un peso y no sabés cómo hacer para darles de comer, entonces lo dejás volver.
Después no sirve… ¿y qué quiero decir con esto?
Tenemos que darnos cuenta de que el cambio viene desde nosotras y tiene que ser antes.
No más cuentos de hadas, no más príncipe azul, no más yo lo voy a cambiar, él va a cambiar porque yo lo amo. No. El no va a cambiar nunca. Sos vos la que tiene que hacerlo. Antes.
Por eso creo que debe realizarse prevención a través de la educación, ya sea formal o informal, hablando con adolescentes y rompiendo paradigmas y costumbres. Insistir con la creación de lugares que contengan a las mujeres luego del hecho consumado. Crear grupos en organizaciones sociales, iglesias, clubes, para ir cambiando estructuras de pensamiento, incorporar nuevos valores sociales, y mostrar que por ejemplo un “la parto al medio” también es violento. Lugares donde podamos plantear todos estos “paradigmas erróneos e irracionales”, porque ya tenemos pruebas suficientes de que, en estos asuntos del amor romántico, no existe la razón.
*Docente en la Universidad de La Matanza.