Retratos de mujeres sin rasgos, sin facciones; tal es el peculiar e inquietante universo que propone la pintora polaca Ewa Juszkiewicz. Artista con base en Varsovia que, de años a la fecha, hace olas con un singular cuerpo de obra que subvierte piezas pictóricas de los siglos 17 y 18 al reinterpretarlas con extravagante giro: vegetación salvaje, hongos, gasas o intricados tocados que hacen las veces de caras, reemplazando los tersos rostros de antaño. Con la explicita intención -según anota la reputada muchacha, que acumula premios y exposiciones- “de desafiar las convenciones visuales y confrontar las percepciones estereotipadas de la belleza femenina en la pintura europea clásica”. Una reinvención desconcertante que parte de observar detenidamente aquellas representaciones y “recalar en cuán similares solían ser las poses y los gestos” de retratos de pintores como el suizo Anton Graff, el inglés Charles Howard Hodges, el sueco Alexander Roslin, el francés Louis Léopold Boilly, el austríaco Anton Einsle, entre otros.

“Siempre me han interesado los contrastes, las contradicciones, las yuxtaposiciones aparentemente incompatibles, porque, de hecho, gracias a ellas, podemos ver más y mirar mucho más profundamente. Dejamos de ir a la deriva por la superficie de la realidad”, anota una Ewa con evidente predilección por dar toque surrealistamente silvestre a sus creaciones, supliendo caritas por insectos, setas, plantas que se enredan con mechones y trenzas rebeldes. “Paradójicamente, cubrir los rostros permite ver más allá, porque quita el peso de las convenciones”, remacha Juszkiewicz, nacida en 1984 en la ciudad portuaria Gdańsk. Su obra, dice, es resultado de dar cauce a un deseo personal: “liberar de las normas que impone la moda y la cultura”, porque, muy a menudo, “las modelos parecen estar atrapadas en corsés y crinolinas que limitan sus movimientos, su presencia en el mundo. Aunque visualmente fascinantes, las prendas oprimen, restringen…”.

Vale decir que, por estos días, una de sus obras está expuesta en la Half Gallery neoyorkina: espacio de East Village que, aunque mantiene sus puertas cerradas por obvias razones, ha aprovechado sus amplios escaparates para montar una muestra colectiva que puede verse desde la vereda. Bajo el nombre “Under Glass”, la exhibición reúne piezas de artistas contemporáneas como Anna Park, Andrea Joyce Heimer, Ginny Casey, Chloe Wise… Además de un óleo sin título, de gran tamaño, de 2019, donde Juszkiewicz subvierte un retrato del sueco Adolf Ulrik Wertmüller (1751-1811) a su particularísimo modo.