“A nivel mundial hay un movimiento de intelectuales y de empresarios que buscan convencer a los acreedores para que acepten la propuesta de reestructuración presentada por la Argentina. Entre los firmantes de ese documento de apoyo hay dos Premio Nobel de Economía. Tenemos que convencer a algunos grandes bancos de aceptar el plan de reestructuración y en particular a Blackrock, que es uno de los principales acreedores. Blackrock tiene una fuerza de más de 6 trillones de dólares. Si su jefe, Larry Fink, acepta el plan, los otros acreedores también van a aceptar”, consideró el prestigioso economista italiano Stefagno Zamagni, de la Universidad de Bologna, quien participó este martes de una videoconferencia junto al secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, y Aníbal Jozami, rector de la Untref.
Zamagni definió a la reforma del sistema financiero como una de las estrategias necesarias que deben emerger a la salida de la crisis de la pandemia. “No podemos continuar con esta financiarización. El lado financiero es seis veces superior al lado real de la economía. Esto no es sustentable, porque las finanzas deben estar al servicio de la producción”, indicó el catedrático, asesor de los Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Como forma de ejemplificar la desproporción del sistema financiero, Zamagni se refirió a la situación de la Argentina. “Antes de la pandemia, el país ya estaba en dificultades por la deuda pública. El programa de salvataje del FMI en 2018 no obtuvo éxito porque la deuda pública del país paga una tasa de interés del 7 por ciento. ¿Cómo el gobierno de ese momento pudo aceptar eso? Ahora el gobierno actual ofreció un cupón del 2,3 por ciento, que es bastante alto pero sustentable. Sin embargo, los acreedores parecen no aceptar la propuesta. Hay una paradoja, porque prefieren el default en lugar de la solución económica de la Argentina. Si ellos son acreedores, deberían tener miedo al default”, indicó Zamagni.
“La vía de salida es convencer a los acreedores de que acepten la propuesta argentina. En particular, tenemos que convencer a Blackrock. Recordemos que su CEO, Larry Fink, firmó el año pasado una declaración sobre la responsabilidad social empresarial. Hay que insistir con Larry Fink. La Argentina tiene una posición estratégica, por eso hay tanto interés de reconocidos economistas e intelectuales para que prospere la propuesta de deuda. Con niveles de pobreza como los actuales, la no aceptación del plan de reestructuración es una forma de matar personas”, agregó el economista italiano.
Zamagni subrayó que la pandemia dejó al desnudo la necesidad de una transformación del sistema para combatir la fragilidad y así evitar que más adelante aparezca otra situación como la actual. Destacó que “no se puede continuar con este modelo de desarrollo, es fundamental pasar de la producción lineal a la producción circular, que está en la idea del Green New Deal. En paralelo, es necesario combatir el monopolio del poder económico, que atenta contra la economía de mercado, con los casos más salientes de las grandes empresas tecnológicas, como Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft".
Por otro lado, Zamagni pidió por el cierre de los paraísos fiscales y criticó que la academia no estudie cómo se organizan los bienes comunes. “La salud es como el medio ambiente, es un bien común, ni privado ni público. En particular, está el tema de las vacunas. La efectividad de una campaña de vacunación se basa en la universalidad. Entonces los gobiernos deben poner a disposición la vacuna de forma gratuita. El problema es que para que las vacunas estén a disposición de todos, no deben estar sujetas a ninguna patente. ¿Esto significa que los laboratorios no pueden obtener la remuneración adecuada? No, es justo que tengan retorno por sus inversiones. Pero no pueden tener el monopolio. La patente te da monopolio por 10, 15 o 25 años. Entonces tenemos que buscar una manera para que los diferentes grupos de investigación puedan obtener recursos y un retorno justo, pero no se puede aceptar el principio de la monopolización del sistema de patentes”, indicó.
Por su parte, el ministro Trotta consideró que "es necesario rediscutir el rol de los organismos internacionales, evaluar en qué medida son instrumentos del neocolonialismo o herramientas para estabilizar el desarrollo de nuestros países". "Nuestro país no solo enfrenta una pandemia sino una inercia negativa en términos de crecimiento, inversiones y de presencia del Estado y un proceso de endeudamiento especulativo como nunca antes. Es un momento de enorme complejidad en donde se juegan dos partidas: reducir el impacto de la pandemia y al mismo tiempo transitar desafíos que ya de por sí eran muy complejos", indicó Trotta.