El primer ministro de Italia Giuseppe Conte llegó a un acuerdo con los gobiernos regionales para disponer la reapertura de bares, restaurantes y peluquerías. La medida entrará en vigor a partir del 18 de mayo, después de establecer un protocolo sanitario. Sin embargo aún no terminaron los disensos entre el gobierno central y las regiones. El nuevo foco de conflicto podría abrirse a la hora de definir cuándo y cómo se permitirá el tránsito por el país. Italia viene sosteniendo un descenso constante en la curva de contagios. Con 172 víctimas en las últimas 24 horas alcanzó los 30.911 muertos por coronavirus desde el inicio de la pandemia.
Conte había empezado la flexibilizar la cuarentena desde el pasado 4 de mayo. La hoja de ruta del primer ministro estipulaba una reapertura a nivel nacional de bares, restaurantes y peluquerías para el 1 de junio. Pero los gobierno locales presionaron para poder adelantar esa fecha. Usaron como argumento las pérdidas millonarias que se prevén en los sectores de gastronomía y turismo. Desoyendo los consejos de Roma, algunas regiones como la sureña Calabria y la norteña Trentino-Alto-Adigio, iniciaron esta semana las reaperturas. Finalmente, Conte llegó a un acuerdo para adelantar las fechas. El arreglo establece un monitorio conjunto de las curvas de contagios para evaluar de forma constante las condiciones de flexibilización.
Sin embargo todo indica que se abrirá un nuevo foco de conflicto. La definición de la fecha en que se permitirá el tránsito entre regiones no será sencilla. Desde el gobierno central plantearon cautela y la necesidad de un análisis constante de estadísticas. Algunas regiones ya anunciaron que no aceptarán un "pasaporte sanitario".