La Municipalidad volvió a ceder a la Autoridad Metropolitana de Transporte todas las facultades para reordenar, organizar y fiscalizar el servicio de taxis y remises en la Capital

Por el acuerdo el municipio transfiere a la Provincia, a través de la AMT, la totalidad de sus facultades y/o potestades referidas al servicio público de pasajeros impropio (taxis y remises) y delega por tanto, las facultades de dictar las regulaciones y fijar las condiciones del servicio.

La AMT también debe establecer los requisitos que deben reunir los prestadores, modos, bases y procedimientos de adjudicación de los permisos, ejercer las funciones de fiscalización , aplicación de mutas y sanciones, fijar tarifas, establecer y percibir el canon de explotación y resolver reclamos y conflictos.

Se fija además que la Municipalidad puede participar de las sesiones del directorio de la AMT cuando se vayan a debatir aspectos esenciales del sistema actual de prestación, y cuando su resolución requiera modificar normas o cambios sustanciales en las condiciones de las prestaciones. Para ello la AMT debe comunicar a la Municipalidad seis días antes de que se trate algún tema de esa relevancia.

El nuevo convenio que se firmó el 4 de mayo, es en la práctica la prórroga de uno similar que se rubricó por primera vez en julio de 2009, cuando el gobierno provincial decidió quitarle al entonces intendente Miguel Isa, todo el poder de control sobre la entrega de licencias de taxis y remises.

El manejo discrecional e ilegal de las licencias, desató por entonces un verdadero escándalo que derivó en la firma del primer convenio, y que incluyó denuncias judiciales que impulsó el abogado Carlos Saravia.

También se hicieron denuncias ante el Concejo Deliberante por la transferencia de casi cincuenta licencias individuales de remis a dos personas, mediante una maniobra confusa.

La denuncia original fue presentada el 20 de julio de 2009 y una semana después fue ampliada, consignando que las licencias se concedieron violando expresamente un artículo de la ordenanza vigente número 12.777, según el cual se pueden otorgar licencias de taxis fuera de cupo a aquellos choferes de taxis que acrediten 20 años de servicio continuado o 25 años alternados.

Saravia expuso en aquel momento, que se realizó un malicioso encuadre de esa norma en los decretos municipales 891 y 892 de 2008 y 006, 130, 154 y 483 de 2009; “existen personas que apenas superan la mayoría de edad como beneficiarios. Cronológicamente nunca podrían tener 20 o 25 años en la profesión de choferes, salvo que se admita la hipótesis que han trabajado desde la niñez”, sostuvo.

El convenio se prorrogó desde 2009 cada dos años, pero sobre el final de la gestión de Gustavo Sáenz en la intendencia de Capital, quedó pendiente, es decir no se renovó tras el vencimiento de 2017-2019.

Si bien en la práctica ya está vigente, formalmente aún debe  ser aprobado por decreto provincial, municipal y por el Concejo Deliberante, además de la AMT cuyo directorio ya lo aprobó mediante resolución 166 del 7 de mayo último.