La historia de Blancanieves fue reescrita en años más o menos recientes en al menos dos oportunidades. La primera fue en 1998, con una película no estrenada en la Argentina, llamada Snow White: A Tale of Terror, cuyo título exime de mayores explicaciones. La segunda sí se estrenó, no estaba nada mal y se llamó Blancanieves y el cazador (2012). Cuyo título también hace prescindibles los comentarios, ya que en ella el cazador, después de fallar en asesinar a la princesa, se convierte en su protector. Ahora, y de manera no tan explícita, es la prolífica realizadora francesa Anne Fontaine (Cómo maté a mi padre, Nathalie X, Cocó antes de Chanel) la que reactualiza el cuento, ubicándolo en la actualidad. Anne Fontaine es una realizadora despareja y esta película da prueba de ello.

Esta vez la protagonista se llama Claire (Clara, interpretada por Lou de Laâge) y tiene como madrastra a Maud, una mujer empresaria, dueña de un hotel de lujo en el que hace trabajar a su hijastra como sirvienta. Un día en el bosque una mujer desconocida trata de matar a Claire sin lograrlo, y de aquí en más baste decir que Claire es socorrida en una casa en medio de la espesura por dos mellizos, que viven allí con un tercer hombre. Y que serán siete los adultos que caerán rendidos bajo el influjo de la muchacha. No hay cazador sino asesina, ni espejo mágico pero sí príncipe y manzana. En líneas generales, Clara como la nieve oscila en mantener la anécdota básica y serle perfectamente infiel. Una de las modificaciones es que Claire, en tanto mujer moderna, cuando descubre la sexualidad no para de ejercerla con cuanto hombre se le cruce, funcionando de manera parecida al protagonista de Teorema. Aunque sin trastornar las vidas de sus partenaires sexuales.

La historia, coescrita por Fontaine a cuatro manos con el reputado Pascal Bonitzer (exredactor de Cahiers du Cinéma y guionista de L’amour par terre, de Jacques Rivette, La lieu du crime, de André Téchiné, y Tres vidas y una sola muerte, de Raúl Ruiz, entre muchas otras), no se plantea como cuento de hadas sino en clave realista. De allí que algunas decisiones sean difíciles de entender. Sólo conociendo la historia original pueden entreverse los motivos de que Maud quiera asesinar a Claire. Por otra parte, Claire se pone muy sexy cuando baila en la discoteca, pero el resto del tiempo permanece más bien impávida, por bella que sea, por lo cual no es sencillo entender la pasión encendida de sus muchos admiradores. Como queda dicho, es Claire la que en todos los casos toma la iniciativa sexual, consagrándose así como mujer moderna. En el papel de la madrastra y el padre reaparecen dos actores fetiches de la realizadora: Isabelle Hupert como la madrastra (mala como nunca, con su rostro libre de arrugas) y el menos conocido pero igualmente activo Charles Berling, en el papel del progenitor que no se entera de nada.


BLANCA COMO LA NIEVE 5 PUNTOS

Blanche comme neige, Francia, 2019

Dirección: Anne Fontaine

Guion: Anne Fontaine, Claire Barré y Pascal Bonitzer

Duración: 112 minutos

Intérpretes: Lou de Laâge, Isabelle Huppert, Charles Berling, Benoit Poelvoorde, Damien Bonard.

Se exhibe en plataformas iTunes y Google Play, en el sistema de video on demand, a un costo de U$S 3.94 oficiales.