Un grupo de científicos israelíes propuso un modelo para una salida gradual de la cuarentena a la que buena parte del mundo se sometió como consecuencia de la pandemia de coronavirus. El modelo propuesto se denomina 10-4 y plantea diez días de cuarentena y cuatro de jornada laboral o escolar.
Se basa en un modelo matemático que desarrollaron investigadores del Instituto Weizmann, en base a ciclos de dos semanas. Uri Alon, profesor de Biología Computacional y de Sistemas, explicó que se trata de "un camino intermedio que ofrece un equilibrio entre salud y economía". De aplicarse, en una misma casa, los miembros de una familia saldrían los mismos días al trabajo y a la escuela.
Para Alon, el modelo "es predecible y equitativo, por lo que puede llevarse a cabo durante meses hasta que tengamos una vacuna, tratamiento u otra solución, y mientras la economía puede tener una producción casi continua en turnos".
Los científicos tomaron nota del período de latencia del coronavirus, es decir, el retraso promedio de 72 horas entre el momento en que una persona se contagia y el momento en que puede transmitir el virus a otros seres humanos. De acuerdo con los investigadores, si alguien se contagia en el trabajo, iniciará el período de latencia y llegará al pico cuando esté en su casa, en cuarentena, sin entrar en contacto con otras personas, sobre todo si presentara síntomas.
La clave pasa por el número de reproducción básico (R0), es decir, el número de personas a las que se puede transmitir el virus en promedio si no hay inmunidad ni medidas para frenar la propagación. O sea, con el R0 se mide la capacidad de un virus para expandirse. Si el número es mayor a 1, aumentan exponencialmente los casos. En plena pandemia, el objetivos de todos los países es lograr que el R0 sea menor a 1. En el instituto Weizmann aseguran que su modelo 10-4 los consigue al bajar la exposición.
Sin embargo, Alon dijo que el modelo se debe englobar en una estrategia más amplia para salir de las medidas de aislamiento y "debe combinarse con otras medidas, como el uso de mascarillas, distancia física, realización de pruebas y protección de grupos de riesgo ".
La gran ventaja del modelo 10-4, dicen sus promotores, es la reapertura de la economía, al tiempo que reduce la cantidad de gente en lugares de trabajo y estudio y en el transporte público. Austria, por ejemplo, se apresta a aplicar un sistema similar: desde el próximo lunes, los estudiantes se dividirán en dos grupos. Alternarán cinco días de asistencia a las escuelas cada dos semanas, para evitar aglomeraciones en las aulas.
Según Alon, el modelo es aplicable en cualquier país y a cualquier escala. "No requiere de una gran capacidad para hacer tests que, lamentablemente, es lo que ocurre en la mayoría de la población", señaló.
No obstante, admitió que hay sectores que no podrán volver a la actividad tan fácilmente, como clubes nocturnos, además de grandes eventos. "Probablemente no podrán regresar al principio, y los restaurantes y hoteles necesitarán hacer grandes ajustes".