“Ella murió. Debo recordarlo constantemente: Suzanne no está en la habitación, no está conmigo, ni siquiera está”. Así empieza Le Tiers temps de Maylis Besserie, escritora, productora y periodista en France Culture, que recorre los últimos meses de la vida del escritor y dramaturgo irlandés Samuel Beckett, Premio Nobel de Literatura, en una residencia de ancianos llamada como el título del libro publicado por Gallimard, cuyo significado podría ser “tercera edad”, “tercer tiempo”, “tercera parte”. Esta novela obtuvo el premio Goncourt, considerado uno de los más importantes en Francia, en un anuncio que se anticipó un mes para coincidir con la semana de la “tan esperada reapertura de librerías y apoyar a la profesión”, plantearon los miembros de la academia Goncourt.
La que no está al principio de Le Tiers temps –novela que empieza el 25 de julio de 1989- es Suzanne Déchevaux-Dumesnil, la esposa del autor de Esperando a Godot, que murió el 17 de julio del mismo año, cinco meses antes de la muerte de Beckett, el 22 de diciembre de 1989. “Su poderoso cerebro logra escapar gracias a la literatura, cuando mira a las personas e inventa historias. Al mismo tiempo, el recuerdo comenzará a desintegrarse poco a poco, y tendrá esa lucha interior entre lo que quiere conservar de sí mismo y lo que se irá”, dice Besserie, que se animó a “hacerlo hablar” al dramaturgo y escritor irlandés en ese asilo del distrito 14, en el número 26 de la rue Rémy-Dumoncel.
El autor de Final de partida –que nació en Dublín el 13 de abril de 1906- llegó a París en noviembre de 1928 con una beca de intercambio para tomar el puesto de lector en inglés en la École Normale Supérieure, que hasta entonces lo ocupaba Thomas MacGreevy, poeta y crítico irlandés, quien luego sería uno de los amigos más cercanos del autor la trilogía de novelas compuestas por Molloy (1951), Malone muere (1951) y El innombrable (1953). MacGreevy lo conectó con el grupo de escritores en lengua inglesa que estaban viviendo en París y se reunían en la librería Shakespeare and Company, a la que concurrían Ezra Pound, Ernest Hemingway, Gertrude Stein y James Joyce, quien se convertiría en el escritor más cercano al joven Beckett y el más importante e influyente en ese período de su producción.
En la novela premiada con el Goncourt el escritor espera el final de su vida y repasa los sufrimientos y alegrías que marcaron su existencia. Sus recuerdos se alternan con observaciones de la vida cotidiana en la residencia de ancianos. “La voz de Joyce. Alegra mi corazón –recuerda Beckett en la novela de Besserie-. La voz de Joyce debajo de mi vieja manta. Él hace música incluso cuando escribe”.