El responsable de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, visitó Israel en un claro gesto de apoyo al gobierno de coalición encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu junto a su ahora socio Benny Gantz. El nuevo gobierno tomará posesión este jueves, y de esa forma pondrá fin a un largo bloqueo político después de la celebración de tres elecciones generales consecutivas. La visita de Pompeo a Israel estuvo centrada en la supuesta amenaza iraní y en el plan israelí de anexión de parte de Cisjordania, al que Estados Unidos dio luz verde con su particular propuesta de paz, que no recibió ningún apoyo de la comunidad internacional. Por su parte, Netanyahu saludó la formación del "nuevo gobierno de unidad nacional" y remarcó que este paso "es una oportunidad para la paz y la seguridad a raíz de los entendimientos alcanzados con el presidente Donald Trump en la última visita a Washington". Las reacciones de Irán y Palestina no se hicieron esperar. El más duro fue el primer ministro iraní, quien cargó contra el "peor gobierno estadounidense" de la historia por su trato "inhumano, cruel, y despiadado".
La paz según la Casa Blanca
"Incluso durante esta pandemia, los iraníes utilizan los recursos del régimen de los ayatolás para fomentar el terror en todo el mundo, pese a que el pueblo iraní sufre enormemente. Esto dice mucho sobre el espíritu de quienes dirigen ese país", dijo Pompeo, recién llegado a Jerusalén y luego del encuentro con Netanyahu, que se extendió alrededor de tres horas.
Irán "no paró ni un minuto sus planes y acciones violentas contra los estadounidenses, israelíes y otros en la región", agregó por su parte el primer ministro israelí, quien aseguró que quería "luchar y hacer frente" a las "agresiones de Irán en Siria" y en otras partes del mundo. Irán, enemigo íntimo de Israel y de Estados Unidos, es el país de Oriente Medio más afectado por la pandemia
, con más de 110 mil casos, según datos oficiales.
El encuentro entre ambas naciones sirvió como excusa para seguir avanzando con el plan de paz propuesto por el gobierno estadounidense en enero de este año. Exageradamente promocionado como "acuerdo del siglo" , el plan propone a Jerusalén como la capital "indivisible" de Israel, que retendría el control de las colonias judías y del valle del Jordán, mientras que Palestina tendría su capital en una zona de Jerusalén Este ubicada fuera de la barrera de seguridad instalada por Israel. A su vez, el acuerdo niega el derecho al retorno a los refugiados palestinos.
"La decisión (sobre la anexión) será tomada por Israel y quiero saber qué piensa al respecto el nuevo gobierno", había señalado Pompeo en una entrevista con el diario Israel Hayom en las horas previas a su viaje. El valle del Jordán es una zona estratégica que representa el 30 por ciento de Cisjordania y grandes bloques de colonias. En esa región, la violencia no da tregua. Poco antes de la llegada de Pompeo, el ejército israelí mató de un disparo a un adolescente palestino en Hebrón, al sur de Cisjordania. Y el martes, un soldado israelí murió apedreado por un palestino.
La anexión es una cuestión central para Netanyahu. El primer ministro israelí pretende impulsarla a partir de julio, pese a la oposición de la comunidad internacional y de los palestinos, pero deberá coordinar sus movimientos con Washington. Netanyahu busca moverse con velocidad, sabiendo que las elecciones de noviembre en Estados Unidos podrían conllevar un cambio de inquilino en la Casa Blanca y reducir sus posibilidades, no contempladas hasta el momento por la comunidad internacional, que apostaba por la creación de un Estado palestino en base a las fronteras de 1967: la llamada solución de dos Estados.
"Estados Unidos es una parte involucrada en este plan de anexión", aseguró por su parte el principal negociador palestino, Saeb Erakat, agregando que Washington jamás les informó de la visita de Pompeo a Jerusalén. "Dirigentes de todo el mundo nos han dicho claramente que la anexión representa una amenaza no sólo para la paz en Oriente Medio, sino para el sistema internacional en su conjunto", agregó.
Los dirigentes palestinos cortaron casi todas sus relaciones con las autoridades estadounidenses desde que Trump consideró a Jerusalén la capital de Israel. También rechazan el plan estadounidense para resolver el conflicto, por considerar que solo obedece a los intereses de Israel.
En tanto, el presidente iraní, Hasan Rohani, dijo que Pompeo parece no haber estudiado "el abecedario de la política". "Estados Unidos siempre ha sido terrorista, pero hasta este punto ya no tiene precedentes", denunció el mandatario en su discurso durante la reunión semanal del Ejecutivo.
Rohani también criticó que frente a la aguda crisis desatada por la covid-19, Washington no haya levantado sus sanciones contra Irán creando "problemas para la importación de medicinas". "Hace dos años que estamos ante el peor gobierno en Estados Unidos, no recuerdo ninguna Casa Blanca que haya sido tan inhumana, cruel, despiadada e incapaz", agregó.