El ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, anunció que Santiago entrará en cuarentena total a partir del viernes a las 22 horas, luego de que se registraran 2.660 nuevos contagios y 12 muertes de coronavirus durante la última jornada. El dato significa un nuevo record diario de casos, y eleva la cifra total de infectados a 34.381. En tanto, el número de fallecidos trepó a 347.
El presidente Sebastián Piñera pidió la "colaboración" de los chilenos frente a esta nueva etapa de la pandemia. Horas antes, el gobierno había activado el protocolo sanitario en La Moneda, sede del Ejecutivo, después de que uno de los periodistas que trabajan allí diera positivo en un test de covid-19. Piñera no declaró una cuarentena nacional, pero sí dispuso cuarentenas por territorios y suspendió clases, prohibió actos masivos y cerró las fronteras.
Mientras el desempleo y la pobreza alcanzan sus mayores cifras en las últimas décadas, el Banco Central chileno reveló que le solicitó al FMI una línea de crédito flexible de 23.800 millones de dólares para enfrentar la recesión económica.
"La batalla de Santiago es la batalla crucial contra la guerra del coronavirus. El mes de mayo está siendo muy duro con nuestro país y debemos tomar acciones adecuadas en el momento oportuno para poder contener esta enfermedad", dijo Mañalich en la rueda de prensa diaria en la que informa las últimas cifras de la pandemia en el país. Además de las 32 comunas de la provincia de Santiago, se sumarán a la cuarentena total otras seis que forman parte del Gran Santiago: San Bernardo, Buin, Puente Alto, Padre Hurtado, Lampa y Colina. En esas 38 comunas reside una población estimada en 6.500.000 habitantes, lo que representa el 42 por ciento de la población del país. Hasta el 12 de mayo, la Región Metropolitana tenía el 71,59 por ciento de los contagios a nivel nacional.
Alrededor del anillo de estas comunas se instalará una aduana sanitaria para limitar las salidas que no sean estrictamente necesarias, y en sitios de concentración y "alto riesgo de contagiosidad" se adoptarán medidas sanitarias que serán anunciadas prontamente, agregó Mañalich. Además regirá la cuarentena obligatoria en domicilios para las personas mayores de 75 o más años. "Estas medidas son dolorosas pero necesarias", afirmó el titular de la cartera de Salud. En tanto, el presidente Sebastián Piñera indicó a través de Twitter que su gobierno trabaja "para proteger la salud y vida de nuestros compatriotas", y le pidió "colaboración" a la población.
Los efectos de la pandemia se sintieron también en el Palacio de La Moneda, sede presidencial. Allí, por la mañana del miércoles se activó el protocolo sanitario luego de confirmarse un caso positivo de covid-19 correspondiente a un trabajador de la prensa acreditada, lo que obligó a la postergación temporal del tradicional informe diario sobre el avance de la pandemia en el país.
Por este caso, La Moneda está elaborando una lista de todas las "personas estrechas" o que estuvieron en contacto con el contagiado para que se hagan el examen de PCR y cumplan una cuarentena obligatoria en casa de al menos 14 días. La emblemática construcción chilena se someterá ahora a un proceso de desinfección, aunque el gobierno ya le solicitó a los medios de comunicación acreditados que envíen a otros periodistas para continuar con la labor informativa.
Volver al FMI
La debacle desatada por la pandemia elevó el desempleo en Chile hasta el 8,2 por ciento en el primer trimestre de 2020, su mayor cifra en una década, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que la economía caerá un 4 por ciento este año y que la pobreza podría aumentar hasta el 13,7 por ciento. Frente a semejante escenario, la principal reacción del gobierno de Piñera se dio a conocer este martes: el Banco Central de Chile solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) una línea de crédito flexible de 23.800 millones de dólares para prevenir los efectos negativos en su economía.
La pretensión de la banca chilena es que el ente monetario internacional le otorgue el préstamo por dos años, una medida destinada a "proteger a las economías ante eventuales shocks externos al proporcionar un acceso amplio y por adelantado a los recursos del FMI", según informó el Banco Central a través de un comunicado. El monto del crédito no podrá ser destinado a financiar el gasto público del país que lo requiere y no impone acciones previas ni condiciones posteriores al desembolso, como sí ocurre con los programas del FMI destinados a países con crisis en sus balanzas de pagos.
A diferencia de otros países de la región con menos casos de covid-19 como Argentina o Colombia, el gobierno de Chile rechazó desde el inicio decretar el confinamiento nacional y cerrar totalmente la economía y optó por "cuarentenas selectivas y estratégicas", con restricciones que se imponen y se levantan en cada comuna o ciudad en función de los nuevos contagios. Chile se encuentra bajo estado de excepción, con toque de queda desde las 22 horas locales desde mediados de marzo. Los colegios, universidades y fronteras permanecen cerradas, así como la mayoría de los comercios que no sean de primera necesidad.