Colón le ganó a Unión por 2-0 y rompió una racha de 19 años sin ganar el clásico como visitante, luego de un impecable segundo tiempo en el cual marcó dos goles de cabeza y manejó el juego con Pablo Ledesma como gran figura. Guillermo Ortiz a los 58, con un preciso cabezazo bajo y esquinado, y Pablo Garnier, a los 84, también con un frentazo potente, marcaron los tantos sabaleros. El árbitro del partido, Patricio Loustau, cumplió una buena labor y debió mostrar 4 rojas. 

El primer tiempo podría figurar en los manuales futboleros referidos a los clásicos de dientes apretados y nervios que impiden desarrollar un juego medianamente atractivo de ver, todo eso sumado al más variado menú de intentos de sacar ventajas en base a la viveza y no a la exhibición de mejores atributos que el rival.

La segunda etapa fue distinta y tuvo una jugada que cambió todo: a los 58 un tiro libre de Iván Torres encontró en el área a Ortiz, quien con un cabezazo seco y esquinado puso el 1-0. Dos minutos más tarde el paraguayo Torres se hizo expulsar al agredir con un codazo a De Iriondo, que unos minutos más tarde vio su segunda amarilla por empujar a Leguizamón cuando era sustituido. Colón pasó a manejar el juego con buenas tareas de Ledesma y Poblete en el medio, y de Vera en todo el frente de ataque, y Unión, pese a su desesperación, apenas si inquietó a Broun con un disparo desde lejos de Mauro Pittón. El cabezazo de Garnier, tras centro de Silva, lo liquidó.