La utilización de la capacidad instalada de la industria nacional se ubicó en marzo en el 51,6 por ciento, lo cual representa una caída en relación al 58,8 por ciento del mismo mes del año pasado, informó este miércoles el Indec. El dato de marzo refleja en parte el comienzo de la cuarentena, que obligó a muchos sectores a dejar de producir abruptamente. La capacidad ociosa será mucho más alta en abril. El sector de menor utilización fue el automotor, seguido de textiles. Se calcula que entre las empresas industriales, el 12,3 por ciento no pagó los salarios de marzo, el 37,6 no abonó los servicios públicos, el 48 por ciento esquivó pagos a proveedores y el 57 por ciento no pagó impuestos.

En el bloque de alimentos y bebidas, la utilización de la capacidad instalada fue de 55,6 por ciento, apenas por debajo de marzo de 2019, que se ubicó en el 55,7 por ciento. La estabilidad se explica porque los subsectores que destinan su producción al consumo masivo fueron considerados esenciales y por lo tanto pudieron seguir trabajando. En cambio, hubo bajas más pronunciadas en la molienda de oleaginosas. Otros rubros han incrementado el uso de las plantas productivas, como la carne vacuna y la carne aviar.

A diferencia de alimentos y bebidas, el bloque de productos textiles sufrió el impacto directo del confinamiento. La utilización se ubicó en el 28,7 por ciento, mientras que un año atrás fue del 49,8 por ciento, que ya de por sí es muy bajo. Hubo especial caída en los sectores elaboradores de hilados de algodón y de tejidos planos y de punto. En el caso de la industria automotriz, el uso de la capacidad durante marzo fue de 25,9 por ciento, inferior al de marzo de 2019, que había sido del 35 por ciento.

En el sector de minerales no metálicos, que agrupa a los insumos de la construcción, la utilización bajó del 42,1 al 62,4 por ciento, como consecuencia de la menor producción de cemento y otros materiales de construcción. En caucho y plástico, la merma fue del 48,7 por ciento al 39,8 por ciento en la comparación interanual, a raíz de las caídas en los niveles de producción de neumáticos y manufacturas de plástico.

Algunos nichos de la industria siderúrgica continuaron con mínima operación durante la pandemia, aunque mayormente esa actividad también quedó frenada. En marzo, la utilización de la capacidad instalada fue del 58,5 por ciento, por debajo del 74,7 por ciento del mismo mes del año pasado. Según el Indec, esa caída se explica por la merma en el nivel de elaboración de acero crudo.