Con barbijos y respetando la distancia, militantes de movimientos sociales se movilizaron ayer en el microcentro porteño para denunciar la extrema pobreza que reina en los barrios populares y la escasez de alimentos en comedores comunitarios. En paralelo con la multiplicación exponencial de casos de coronavirus en villas miserias de la ciudad, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el MTD Aníbal Verón y el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), entre otros, advirtieron que “el monto actual de los programas sociales no alcanza para sostener la vida y el aumento de la desocupación se agrava día a día”, y alertaron sobre la dramática combinación de hambre, hacinamiento y falta de recursos básicos como el agua para enfrentar la pandemia. Barrios de Pie (Libres del Sur), por su parte, se movilizará el jueves a las 11 junto con habitantes de Ciudad Oculta al edificio del “Elefante Blanco”, donde funciona el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat del gobierno porteño. “La covid-19 ya llegó a los barrios, necesitamos que también lo haga el Gobierno de la Ciudad” porque “de lo contrario será imposible frenar la tragedia”, advirtió su coordinador Sebastián Martino.
“¡Ni un derecho menos! Su riqueza es nuestra pobreza. Nuestras vidas valen más que sus ganancias. La deuda es con el pueblo”, decía el cartel que una mujer mostraba al mediodía en la plaza que rodea el Obelisco. “Cuarentena sin hambre”, reclamaba una joven. “Los femicidios no se toman cuarentena. Aumento de recursos para prevención y contención de casos de violencia”, pedía otra desde un cartón.
La movilización de las organizaciones que a fuerza de militancia sostienen cientos de comedores populares en villas porteñas y del conurbano tuvo una parada en la sede del Ministerio de Trabajo y una última escala frente a las lujosas oficinas de la multinacional JP Morgan. “Estamos reclamando acciones concretas por la situación de extrema pobreza que se sufre en los barrios populares de Capital y en muchos distritos del interior del país”, indicó Marianela Navarro, del FOL. Entre los convocantes también estuvieron el Movimiento de los Pueblos, el Movimiento de Resistencia Popular, la OLP Resistir y Luchar y la Izquierda Latinoamericana Socialista.
Desde que comenzó el aislamiento social “la situación económica ha empeorado en términos generales pero en nuestros barrios impacta de una forma mucho más dolorosa”, alertaron. “La última semana el Ministerio de Desarrollo Social llamó a licitación para comprar alimentos para distribuir en comedores populares pero sólo alcanzo a cubrir el 30 por ciento de la demanda”, agregaron. Repudiaron que esto ocurre “mientras un grupo de empresarios que monopolizan el mercado presionan sobre el valor de los alimentos para hacerse de ganancias millonarias en medio de la crisis” y la reclamaron al gobierno de Alberto Fernández que “avance contra los especuladores y garantice que los alimentos lleguen de manera inmediata a cada uno de los espacios que hoy están dando la batalla contra el hambre”.
También en el Obelisco confluyeron al mediodía miembros de la Red Nacional de Jóvenes Precarizados e Informales que nuclea a empleados de empresas de aplicaciones, comidas rápidas, gastronomía, call centers y trabajadoras domésticas. Su movilización fue para reclamar el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la intervención del Estado “para que las empresas reconozcan nuestros derechos laborales, no nos sigan despidiendo y nos provean los materiales de prevención contra la covid-19 como alcohol en gel, barbijos, guantes”, señalaron.
Barrios de Pie (Libres del Sur) con vecinos de Ciudad Oculta se dirigirá hoy a las 11 a Desarrollo Social en Villa Lugano para reclamar “asistencia urgente” con “elementos de higiene, materiales y equipos para realizar desinfecciones, kit de seguridad personal para repartir entre vecinos (que incluya repelente para mosquitos) y materiales de difusión” sobre cómo controlar la pandemia y el dengue. “Nuestra posición fue clara desde que se decretó la pandemia: el Gobierno de la Ciudad debe duplicar los esfuerzos en las barriadas más humildes para evitar que llegue el coronavirus, de lo contrario será imposible frenar la tragedia”, expresó Martino. “Lamentablemente no fuimos escuchados por los canales de diálogo habituales y ya estamos contando muertos”, destacó.