Misión cumplida para el oficialismo y para Sergio Massa. Al cierre de esta edición la Cámara Baja se aprestaba a concluir su primera sesión virtual y ya había aprobado por unanimidad el proyecto que exime del pago de ganancias a los trabajadores de la salud. El temario marcaba que aun faltaba dar la discusión sobre la iniciativa que declara de interés nacional la protección de la vida y la salud del personal sanitario en el marco de la emergencia sanitaria declarada por el Poder Ejecutivo. Tanto el oficialismo como la oposición aseguraban que la votación, en este caso, también sería unánime.

El temario estaba acordado y, por consiguiente, el resultado de las votaciones no sería una sorpresa. Por eso, las miradas estuvieron puestas en el sistema montado para que la Cámara Baja pudiera funcionar de manera virtual. Poco después de las 18, con 193 legisladores conectados de manera remota y otros 47 en el recinto –manteniendo las distancias recomendadas-, comenzó la sesión.

Massa condujo el debate desde su lugar habitual, el estrado de la sala de sesiones, pero el paisaje esta vez era distinto. En el fondo del recinto una pantalla led gigante mostraba las imágenes de los 92 diputados que se encontraban trabajando a distancia.

Si bien el sistema se había mostrado confiable, la tranquilidad para el oficialismo llegó luego de que el cuerpo votó y aprobó el protocolo para el trabajo remoto que había sido consensuado en la comisión de Modernización. La votación se realizó de manera electrónica, aunque algunos senadores debieron formalizarla a viva voz por problemas de conexión. La sonrisa de Massa coronó el resultado positivo de la votación. A partir de ahí, a pesar la virtualidad, la sesión transcurrió con normalidad, aunque las chicanas quedaron reservadas para el puñado de Diputados que pudieron hace uso de la palabra desde sus bancas.

Antes del cierre del primer debate, la diputada del Frente de Todos, Carmela Moreau, resaltó el trabajo realizado para poder llevar a cabo la sesión y poner en marcha toda la maquinaria del Congreso de la Nación.

El miembro infórmate por el oficialismo fue el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, Carlos Heller, que destacó el acuerdo alcanzado entre todas las fuerzas políticas para consensuar un dictamen sobre el proyecto que exime del impuesto a las ganancias a los trabajadores de la salud y de seguridad, esenciales para afrontar la pandemia de coronavirus.

El diputado oficialista señaló que le "tocó unificar el conjunto de los proyectos similares que se habían presentado", donde encontró "una enorme disposición para unificar el texto en un dictamen que representara a todos".

El despacho, que fue aprobado sin modificaciones, establece que quedan exceptuados de ganancias desde el 1 de marzo hasta el 30 de septiembre, las remuneraciones por horas extras y guardias en virtud de la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, para esos trabajadores.

Este benefició lo tendrán los profesionales, técnicos, auxiliares (incluidos los de gastronomía, maestranza y limpieza) y personal operativo de los sistemas de salud pública y privada; el personal de las Fuerzas Armadas; las Fuerzas de Seguridad; de la actividad migratoria; de la actividad aduanera; y bomberos, que presten servicios relacionados con la emergencia.

Además, remarcó que el proyecto contempla otorgar "una pensión graciable vitalicia para los familiares de aquellos trabajadores que perdieron la vida prestando servicios" vinculados a la pandemia y que será igual al "doble del haber mínimo jubilatorio con las actualizaciones que correspondan".

 

Por su parte, el proyecto, impulsado por el jefe del interbloque Federal, Eduardo “Bali” Bucca, médico de profesión, que también se encaminaba a ser aprobado por unanimidad, declara de interés nacional la protección de la vida y la salud del personal sanitario durante la epidemia de Covid-19. Ambos proyectos podrán ser tratados a partir de la semana que viene por el Senado.