Los conductores de Cazadores de Tesoros (hoy a las 22.40, History estrena su décimo sexta temporada) pueden ufanarse de haber desarrollado un método. Algo así como el anti Marie Kondo. Si la gurú del orden promueve hacer espacio y el desapego, este trío de recolectores profesionales busca reliquias donde otros ven desechos inservibles. Y tan mal no les ha ido. Forman parte de ese combo de emisiones dedicadas a la retromanía material (El precio de la historia, ¿Quién da más?, Tesoros de garage y Los restauradores, entre otros) y al mismo tiempo ha logrado desmarcarse en su búsqueda. “Hay algo mágico cuando comprendés la historia del objeto. No solo es estéticamente agradable y hermoso, sino que ahora tiene otro sentido”, asegura Danielle Colby-Cushman, una de las integrantes del equipo junto a Mike Wolfe y Frank Fritz.
Parte del hechizo de Cazadores de tesoros se basa en su registro rutero y lo que estos “pickers” hallan entre pilas de basura de garajes y granjas perdidas. Así dieron con un prototipo del Yoda usado de la saga de Star Wars y una guitarra de la leyenda country Chet Atkins que le vendieron a Dan Auerbach de los Black Keys. En los nuevos episodios, sin embargo, hay un pequeño cambio. “En general, nuestra búsqueda ha estado en el pasado, de dónde venía y dónde estaban los artículos. Y ahora me gusta que estemos un poco dándole un giro”, dice la mujer. Para sus responsables, una de las claves del suceso es mantenerse frescos pero fieles a sus orígenes. Aún atienden el Antique Arqueology, negocio que queda en lo que fuera la cuna de Buffalo Bill. La tarea de Colby-Cushman es la de ubicar estos objetos que dan con el riñón de la cultura de su país y posibles compradores para algunas de los trofeos más insólitos. ¿Ejemplos? Lograron venderle la cabeza de un elefante a Jack White y aceptaron como parte del pichuleo y pago una jukebox del ex White Stripes.
En los capítulos de esta nueva temporada, por su parte, irán a la pesca de unos auténticos De Lorean (el coche emblema de Volver al Futuro). Habrá más Hollywood clásico a partir de la aparición de un viejo doble de riesgo de la industria del entretenimiento y dueño de esa clase de cosas que dejan babeando a un coleccionista. ¿Más? Afín a la veta rocanrolera de los conductores, se verá la restauración de la camioneta con la que los Aerosmith hicieron sus primeros tours. El repaso y el cómo dieron con esa furgoneta de Steven Tyler & Joe Perry no tiene -paradójicamente- desperdicio. “Es lo más increíble que encontramos en nuestra vida”, aseguró Wolfe. Dieron con ese auténtico rejunte de chatarra sobre cuatro ruedas en un bosque de Massachusetts, lo pusieron a punto, entregaron a sus primeros dueños y a su vez pudieron reconstruir su fábula.
Colby-Cushman cree que el programa ha logrado ir más allá de la cultura automotriz y ha podido despegarse de la representación del macho alfa que puebla en este tipo de entregas. “Hay todo tipo de mujeres que también recolectan y hay personas en todo el mundo y en todo el país que recolectan cosas diferentes, y me di cuenta de que estamos haciendo episodios un poco más diversos en lo que estamos buscando y lo que estamos recopilando. Así que me gusta esta parte”, señaló la conductora. La integrante femenina del staff es una referente del arte del burlesque en los Estados Unidos, y tanto en presencia como actitud, una versión viva de “Rosie-La Remachadora”. De hecho, está preparando Stripping History, versión de Cazadores de tesoros especializada en ese tipo de espectáculos.
El trío apunta que lo suyo no es quitarle el óxido a la historia y volverla más bella. Según Colby-Cushman “es un ciclo interminable de celebración y tragedia en el mundo". "Al contar la historia, contás el alma de esa época y a veces no es bonita. Por ejemplo, damos con memorabilia de la Guerra Civil de los Estados Unidos. Aunque no nos gusta tratar con material confederado, tenemos que entender y aprender la verdadera historia, su porqué. Debemos reconocer que estas cosas sucedieron y necesitamos aprender algunas lecciones para que no se repitan. Aunque hay otras lecciones hermosas y conmovedoras, como las vinculadas a los espectáculos que se hacían durante la Gran Depresión. Comprendiendo la historia es donde se construye la conexión al objeto. Es el cordón umbilical... la línea de la vida”.