44 años de lucha, de sacrificar hasta nuestros propios intereses para una lucha colectiva, en el camino hemos dejado muchísimos compañeros muy queridos como Rubén Naranjo, Daniel Michelli, Roberto White, Rodolfo Shcoler, Iván Hernández, a las Madres, las que tenían pañuelo y las que no, a los Padres.
Hemos caminado juntos con organizaciones hermanas, viejas, nuevas, hemos conocido y abrazo a miles de cumpas del todo el país y también fuera de él, hemos estado en reuniones con dirigentes, con presidentes --¡Gracias Néstor!--, hemos crecido en cada marcha del 24 de marzo, hemos discutido en esas interminables reuniones, hemos festejado cumpleaños juntos, hemos brindado por cada logro, hemos aprendido de quienes iniciaron este camino La gringa, Marian, Ana, Grace, la Rubia, Adri, Yoli, Silvia, Martita, Pety, Ana, Miguel, Iván, Fidel y miles de compañeros que a medida que recuperaban su libertad nos buscaban para contarnos de nuestros viejos, de nuestros familiares, y se sumaban al trabajo hormiga que empezaron Familiares, APDH, La Liga, el Taller Había una Vez, CODESDH, y tantas otras organizaciones que hacían frente, recogían y armaban como podían nuestros pedazos, nuestras vidas.
Hemos crecido, hemos aprendido a caminar de la mano, nuestros hijos han nacido y crecen con esta lucha corriendo por sus venas.
Fueron tantos años de lucha, de lágrimas, de abrazos, de soportar agresiones de una sociedad ciega que ya ve y de frente, dejó de mirar al costado, dejaron de escupirnos como lo hacían los sábados cuando con mis pequeños 8 años iba a la peatonal a juntar firmas por la libertad de los compañeros presos políticos. Esta misma sociedad está despierta y en la calle.
Gracias a las nuevas generaciones, a los centros de estudiantes, a las organizaciones sociales, a las ONG, a los sindicatos, Bibliotecas (Pocho), nada de esto sería posible si hubiéramos claudicado, si nuestros referentes lo hubieran hecho. De ellos aprendimos, de ellos estoy profundamente agradecida y orgullosa , es muy cierto que todo esto se viene gestando desde hace más 35 años de lucha, con el trabajo incansable de la recopilación de datos, el extenso trabajo de pasar cada ficha con la historia de cada compañero, hasta de los que aún no tienen nombre.
Fue gracias a los Juicios por la Verdad Histórica, junto a Rodolfo, Matilde, Almicar, Pegoraro y muchísimos otros compañeros.
Gracias a cada Madre y Padre, que marcharon cada jueves, a todos los que se sumaron y sostienen ese espacio tan querido, gracias a Marga y Edu por el aguante con mate y tortas que endulzaban el trago amargo después de salir de declarar y tantos compañeros que estaban ahí presentes haciendo el aguante.
Gracias a los abogados comprometidos más allá de qué organismo representen porque nos representan a todos Chueca, Jesi, Juli, Fede. Gracias a mi, gracias a vos mi orgullo, Elida Luna, gracias Lautaro por ser mi compañero, gracias mi amor Carlos por estar para sostenerme.
Gracias a todas las familias Gorosito, Luna, Giménez, Sánchez, Paredes, Lozano. Y sobre todo gracias Daniel por elegirme. Sepan que yo lo elijo cada día de mi vida.
Paula Luna
hija de Daniel Gorosito, detenido desaparecido