La AFA renovará este martes 33 lugares de su Comité Ejecutivo y sólo una mujer, la presidenta de Banfield Lucía Barbuto aparece en la lista de unidad ocupando un puesto entre los vocales suplentes. Son los propios estatutos de la Asociación los que impiden al presidente Claudio "Chiqui" Tapia cumplir su promesa de hace un año, cuando en ocasión de la firma de los primeros contratos profesionales de las futbolistas dijo querer ser el "presidente de la igualdad de género" en el fútbol argentino.
Cierto es que sólo los presidentes o vicepresidentes de los clubes afiliados pueden ocupar cargos en el Comité Ejecutivo de la AFA, y Barbuto cumple esa condición. Pronto podría ser acompañada por Bárbara Blanco, si acaso prosperan las intenciones del presidente de Racing, Víctor Blanco, de que su hija lo suceda en el cargo. Paradójico, Bárbara es la única mujer en la dirección de la Comisión de Fútbol Femenino de la AFA, que tiene como cabezas visibles a Ricardo Pinela y Jorge Barrios.
La ley del Deporte (27.202) sancionada en 2015, pero no reglamentada aún, en el artículo 20 bis, establece un 20 por ciento de cupo femenino en confederaciones, federaciones y asociaciones civiles; muy lejos de esas espectativas, la realidad marca que las mujeres en los puestos directivos son menos del 6 por ciento, y en el caso particular del próximo Comité Ejecutivo de la AFA, el número será de apenas el 3 por ciento.
Acaso esta situación explica el atraso que el fútbol argentino tiene en relación a las demandas y reivindicaciones que viene planteando el colectivo de mujeres, como por ejemplo la existencia de un protocolo para los casos de violencia de género, cuestión que se puso sobre relieve con el caso del futbolista de Boca Sebastián Villa y que permitió ver que apenas media docena de clubes cuenta con esto, siendo Rosario Central el primero en ponerlo en marcha; luego se sumaron Racing, Vélez, Newell's, San Lorenzo y Vélez.
Tapia presentó el año pasado el flamante Departamento de Equidad de Género en la AFA, algo inédito en la FIFA, y despertó la ilusión de las mujeres vinculadas al fútbol desde disintos lugares: jugadoras, técnicas, dirigentes, hinchas; la lista de unidad que se votará el martes y que, además de Barbuto, contará con otra mujer asambleista suplente, Grisel Cardozo, presidenta de Sportivo General San Martín de Formosa (Federal A), viene a recomponer las estructuras del fútbol dañadas por el macrismo, pero no termina de representar el cambio que la sociedad argentina reclama desde la perspectiva de género.