El trabajo en armonía entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires contra la pandemia comenzó a mostrar sus primeras diferencias. Funcionarios de la provincia de Buenos Aires y los intendentes que trabajan del otro lado de la General Paz cuestionaron la decisión de flexibilizar la cuarentena en la Capital Federal. Para la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, la apertura implica un "enorme riesgo para el conurbano".
“Con las modificaciones que hizo la Ciudad de Buenos Aires se incrementó en 500 mil la cantidad de personas que se trasladan", explicó la ministra García, en declaraciones a la AM 750, y agregó: "si se abrieran las mismas actividades en el conurbano, sería muy difícil que los municipios puedan ejercer el control". Además, dijo que "casi la totalidad de los jefes comunales del conurbano han decidido que no hubieran salidas recreativas y que no hubiera apertura indiscriminada de comercios”.
La semana pasada el Gobierno de la Ciudad habilitó la apertura de nuevos comercios que hasta el momento no eran esenciales. Entre ellas están las florerías, los locales de decoración y las joyerías. Además, dispuso que los niños podrán salir los fines de semana a "dar una vuelta", acompañados por sus padres. También comenzaron a funcionar las ferias alimentarias y se permitieron las mudanzas.
"Nos parece un acto de irresponsabilidad por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el habilitar comercios que no son esenciales", enfatizó la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. Sobre el impacto sanitario que implican las medidas de Rodríguez Larreta, dijo que "van a generar una propagación del virus, que todavía tenemos que seguir controlando, porque estamos terminando los hospitales para poder atender". "Queremos controlar la curva y evitar picos que nos generen muertes que son evitables", se diferenció la funcionaria del sur del conurbano.
Por el oficialismo porteño, habló el vicejefe de Gobierno y ministro de Justicia, Diego Santilli. "Acá no se trata de gustos, sino de trabajar. Estamos en una pandemia, los casos siguen creciendo, hay que aislarlos y llegar anticipadamente. Se trata de eso", se excusó el funcionario. También insistió con el trabajo en equipo que desarrollan con la gestión de Kicillof y el Gobierno nacional, a pesar de las críticas que recibió la flexibilización de la cuarentena.
Como ejemplo de esto, Santilli recordó la reunión que tuvieron el viernes a última hora con el presidente Fernández y el gobernador bonaerense. La convocatoria a la Quinta de Olivos fue para presentarles a las autoridades el nuevo kit que elaboraron científicas y científicos argentinos para la rápida detección del virus en las personas.
El que intentó defender la decisión del Gobierno porteño, de ablandar el aislamiento, fue el ex candidato a vice de Mauricio Macri, Miguel Ángel Pichetto. "Larreta es un hombre equilibrado que viene actuando con mucha prudencia. Está analizando los límites que tiene esta cuarentena y la necesidad de ir abriendo las actividades comerciales”.
Fiel a su estilo, el ex senador salió la cruce con los intendentes del conurbano. “Sería bueno que lo traten mejor a Larreta, sean más razonables e inteligentes", dijo con la soberbia que lo caracteriza. "Lo ponen a Larreta como el enemigo y lo acusan de algo que no es cierto, porque indudablemente la Ciudad se tendrá que hacer cargo si pasa algo en el conurbano, ya que siempre el sistema sanitario porteño recibe a pacientes de la provincia de Buenos Aires”.