Después de casi 60 días, mañana volverán a trabajar los cobradores del estacionamiento medido municipal, uno de los extremos más precarios, endebles e inestables del esquema laboral informal.
En el sistema se desempeñan quienes arrastran carencias varias, producto de diversas formas de marginación y exclusión social, expresadas en situaciones que alguna de las tantas gestiones de la administración municipal tipificó y clasificó, para que esos sectores de la sociedad puedan generar sus propios ingresos.
Los permisionarios, que deben llenar un formulario con valor de declaración jurada para postularse a esa labor, asumen la tarea con claro conocimiento de que, aun cuando generan recursos al erario municipal y se les fijaron varias obligaciones por vía de la reglamentación de la ordenanza, su actividad no implica para la Municipalidad relación de empleo ni de otra índole que la obligue a pagar salarios y otros conceptos vinculados.
Emma Chinchilla, Adriana Oscari y Juan Carlos Espíndola, en representación de los permisionarios firmaron el viernes último un acta muy sencilla con el coordinador de Planificación Municipal, Bernardo Racedo Aragón, y el director Ejecutivo de la Agencia de Recaudación Municipal, Rodolfo Paz Moya.
Allí se establece que las calles asignadas a los permisionarios que realizan actividad durante el turno noche serán temporales, mientras dure el período de emergencia sanitaria, y que terminado ese período, no podrán ser asignadas nuevamente a otros permisionarios.
Se acordó que están exceptuados de trabajar los mayores de sesenta años que tengan patologías respiratorias, quienes podrán asignar un reemplazo.
Los permisionarios asumieron el compromiso de cumplir con el protocolo de seguridad e higiene, que consiste en el uso de guantes, barbijo/ tapa boca o máscara protectora, empleo de alcohol en gel o rociador con solución desinfectante.
El sistema de estacionamiento medido estuvo hasta 2017 bajo la órbita de lo que tradicionalmente se conoce como Dirección de Tránsito, que pasó en algún momento por el rango de Subsecretaría de Tránsito, y que en esta gestión municipal se denomina Subsecretaría de Movilidad Ciudadana.
Una de las tantas modificaciones a la ordenanza sobre estacionamiento medido, hecha ad referéndum del Concejo Deliberante en febrero de 2017, dispuso que la autoridad de aplicación de esa ordenanza es la Dirección de Rentas Municipal o el organismo que la reemplace, que en la actualidad es ARMSa (Agencia de Recaudación Municipal de Salta).
En agosto de 2018, ARMSa, como autoridad de aplicación, produjo una extensa resolución de reglamentación del estacionamiento medido.
Allí definió todo lo concerniente a la forma de designación de los permisionarios, régimen de fiscalización, procedimiento de comprobación de infracciones por parte de los usuarios y permisionarios del sistema y los procedimientos que deben observar los frentistas.
Esa reglamentación tiene un anexo con el detalle de cada uno de los permisionarios de donde se desprende que en aquel momento eran 506, número que varió en 198 más, ya que se informó la vuelta al trabajo de 704 permisionarios, lo que implica un 39,1% más de personas en ese trabajo.
Según aquel registro de 2018, había entonces 159 permisionarios discapacitados, 82 sexagenarios sin ingresos, 116 desocupados, 149 madres solteras.
ARMSa estableció también en esa reglamentación que los permisionarios deberán constituirse puntualmente en el lugar asignado por dicho organismo para cobrar el estacionamiento, debiendo entregar el comprobante de pago respectivo por cada hora de estacionamiento cobrada; adquirir mensualmente los talonarios de tickets necesarios para el cumplimiento de sus tareas, en función al estudio efectuado por la ARMSa con relación a rendimiento por calle y mano referentes a la cantidad mínima de talonarios de tickets a utilizar de manera mensual.
También deben estar identificados con la credencial obligatoria provista por la ARMSa, la cual deberá estar siempre visible y adosada al chaleco reglamentario, que también deben utilizar siempre. Ambos elementos deben ser proporcionados por la ARMSa.
Los que no cuenten con ninguna cobertura social, deberán gestionar su inscripción en el Régimen Especial para Pequeños Contribuyentes (Monotributo) y presentar al momento de su designación, y cada dos años, certificado de Antecedentes Personales provincial emitido por la Policía de Salta.
El talonario
Otra fuente de conflicto permanente entre permisionarios y la Municipalidad es el precio del talonario y la distribución porcentual de la recaudación.
Por intervención del Concejo Deliberante el año pasado, el talonario de 50 boletas seguirá costando $150 hasta fin de junio de este año. Es decir, que si un permisionario logra cobrar las 50 boletas diarias a $20 cada una, como está establecido hoy, puede recaudar $1000; de allí debe descontar el valor del talonario, con lo cual en promedio puede disponer para sí, en el mejor de los casos, según la cuadra asignada, de $850 diarios, extremo que no se cumple en todos los casos y sin tomar en cuenta que se trata de una tarea expuesta a los vaivenes del clima y al reiterado destrato de los usuarios, muchos de los cuales tienen como deporte eludir el pago.
En este sentido, de un tiempo a esta parte dejó de usarse una boleta de infracción que el permisionario debía confeccionar por duplicado, identificando al vehículo infractor para una multa posterior. El procedimiento nos prosperó porque los permisionarios se negaron a convertirse en dobles recaudadores de la Municipalidad.
Entre los permisionarios recrudeció en estos días la inquietud en torno a una eventual privatización del sistema de estacionamiento medido. Fuentes municipales negaron esa posibilidad, pero los permisionarios dicen haber escuchado rumores sobre un plan piloto, que va muy de la mano con la peatonalización y las bicisendas.