La prometedora carrera de la patinadora olímpica estadounidense Tonya Harding se vio destruida en 1994 cuando se la señaló como responsable del brutal ataque que sufrió su principal rival previo a los Juegos Olímpicos de Invierno de ese año. La conflictiva vida de la deportista y las consecuencias que tuvo ese hecho en ella son retratados en la película Yo, Tonya, dirigida por Craig Gillespie y protagonizada por una brillante Margot Robbie.

Este drama con algunos tintes de comedia se focaliza en los acontecimientos alrededor del descabellado atentado a su compatriota Nancy Kerrigan, quien fue golpeada en la rodilla con una barra de hielo por un matón a sueldo que la dejó fuera de competencia, como también los inicios de Harding, una joven de clase obrera que desde pequeña dedicó todo su tiempo a perfeccionar su talento innato para el patinaje sobre hielo, siempre bajo la sombra y la presión de su implacable e insensible madre. De esa manera, la película relata en paralelo la conflictiva relación que mantuvo durante toda su vida con su mamá y las sospechas que recayeron luego del ataque en el entorno de Tonya, desde su ex marido hasta su guardaespaldas, lo que supuso el comienzo del fin de su carrera.

Luego de demostrar su talento en importantes roles de reparto, como El lobo de Wall Street, o en co-protagónicos, como en Escuadrón suicida, Margot Robbie se luce en este merecido papel principal interpretando a una mujer constantemente expuesta las presiones y exigencias: desde chica por su madre, luego por su marido y finalmente por la opinión pública norteamericana que la puso como la enemiga pública número uno durante muchos años.

Yo, Tonya, de Craig Gillespie, disponible en HBO GO.