“Cuando empezamos a preproducir y grabar el primer volumen de Cruces urbanos nos dimos cuenta con el productor Gustavo Arch que un disco solo no iba a ser suficiente”, recuerda el bandoneonista Pablo Bernaba, director, arreglador y compositor del Quinteto Negro La Boca, que lanzó en distintas plataformas de streaming su flamante Cruces urbanos vol.2 con invitados como Hugo Lobo (de Dancing Mood), Mariano Gabriel Martínez (Attaque77), Víctor Heredia, Miss Bolivia, Dakillah, Adriana Varela y Malena D’Alessio, entre otros.
Como su nombre sugiere –y como ya dejaba claro su antecesor- en esta etapa del Quinteto la premisa es entrecruzar géneros. A veces, con fusiones, otras veces pasando de un ritmo a otro. Y aunque en sus placas anteriores los conceptos eran otros (como los tangos anarquistas, cuando trabajaron junto a Osvaldo Bayer), Bernaba también señala que ya en sus discos anteriores estaban las semillas de este. “Ya en Tangos libertarios dimos muestra de algunos cruces –señala a Página/12-, había un tema con la murga Falta y Resto y Malena D’Alessio rapeaba en dos tangos”. En esta etapa del grupo, ya volcados decididamente al cruce de géneros, la cosa va desde la cumbia hasta el trap.
Para Bernaba parte de esta génesis también está atravesada por las experiencias del quinteto con el punk y el tango punk. En el primer volumen de Cruces, por ejemplo, participaban el Mosca, de 2”. “El cruce con el punk es una de las fusiones que, junto con el rap, venimos laburando hace años ya”, destaca el bandoneonista. “Creo que el punto fuerte en común entre unos y otros, y te sumo al hip hop también en esta cruzada, son las letras comprometidas, por momentos crudas, por momentos crueles, por momentos irónicas y sarcásticas, pero siempre genuinas”. Además, asegura que se identifican “mucho” con el “tango punk”. “Nos consideramos uno de los impulsores de esta fusión, de hecho ya hicimos 4 festivales de Tango Punk, que empezamos a cranear en el 2014 junto a bandas punk locales como 2 minutos, Responsables No inscriptos y Ácidos populares entre otros, y festivales donde también invitamos a otros grupos de tango como Dema y el Maestro, Bombay Bs.As, y Sindicato de Borrachos del Abasto y donde también se daba lugar la fería de fanzine, performance y la danza. Se mezclaba el abrazo milonguero con el pogo”. Para esta ocasión se juntaron con Martínez, de Attaque77, y la gente de Responsables no inscriptos. “Llevan adelante la movida del Salón Pueyerredon, un espacio under por excelencia”.
Para el Quinteto, la música urbana de hoy “va desde el tango hasta el trap pasando por el ska, el reggaeton, el freestyle y las distintas variables del rock”, señala. “Generalmente hoy se llama musica urbana al trap, al rap, pero para mi es más amplio que eso: es todo el ‘ruido’ que emerge de las grandes urbes y que se fusionan”, plantea. Además, Bernaba rechaza las búsquedas de pureza estilística porque “ya rozan casi lo religioso” y celebra que “la música se fusiona y genera más música, eso siempre me pareció fascinante”.
En todo ese contexto, Bernaba cree que el tango ocupa un lugar “muy importante en el under” de las grandes ciudades. “Una de nuestras militancias es lograr que el tango vuelva a ocupar su lugar de música muy escuchada especialmente por la gente más joven”, cuenta. “Con el cruce con trap y el punk llegamos un poco a ese sector, pero es una tarea titánica y corremos con mucha desventaja, porque los grupos de tango no tenemos la misma visibilidad en los medios masivos y cuando esporádicamente se habla de tango en los grandes medios se hace a través de un lugar de estereotipo que para mi más que favorecerlo lo hunde o al menos lo aleja de un público más joven”.
En cuanto el proceso mismo del disco, el director del Quinteto cuenta que el trabajo fue distinto con cada artista invitado. “Algunos se vincularon más que otros e inclusive siguieron el proceso hasta la mezcla”. Desde el QNLB, explica “a todes les abrimos el espacio para que se involucren todo lo que quieran, es decir que sea un cruce posta y que no se trate de grabar y nada más como generalmente se hace con los invitados en un disco”. A su favor corría la ventaja de ya haber compartido escenarios con varios de los invitados, como Dakillah, Dancing Mood, 2 minutos, el Chango Spasiuk, Responsable no inscriptos, Malena D ´Allesio, el Piti -de las Pastillas del Abuelo-, La Mississippi y Antonio Rios. “Por ejemplo, en el tema ‘Paren de Matarnos’ fue Miss Bolivia la que sugirió e invitó a Adriana Varela, y obvio que nos pareció bárbaro y le dimos para adelante”.
“El proceso fue muy rico para nosotros, lo que más rescato de estos años de Cruces Urbanos son los nuevos amigxs musicxs que ganamos y toda la riqueza musical de cada género, que espero sepamos aprovechar como grupo para futuros discos”, concluye.