En las zonas donde no se registra circulación de coronavirus, las camas de terapia intensiva de los hospitales volverán a emplearse para asistir pacientes con otras enfermedades críticas, informó el ministerio de Salud de la Nación. La medida se debe a que la mitad de este equipamiento se encuentra disponible para su uso pero "solo 170 pacientes afectados por covid-19 se encuentran ocupándolas", explicó Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud de la Nación.
Argentina está "lejos de tener las unidades de terapia intensiva saturadas, solamente tenemos 170 pacientes críticos (de coronavirus) internados, y en este momento hay aproximadamente 4.000 mil camas ocupadas, de modo que contamos con un buen margen porque tenemos 170 pacientes críticos y más de 5.000 mil camas críticas libres", explicó el funcionario. Por eso, detalló Medina, el ministro Ginés González García ordenó "volver a algunas actividades que son importantes para no poner en riesgo a los pacientes, y también para no acumular problemas sin resolver que después en determinado momento caigan como una lluvia que nos sature, ya no por covid-19 sino por causas sin resolver en el sistema de salud".
El funcionario consideró que la aplicación de esa medida es especialmente importante "en zonas donde no hay circulación viral, que es donde se puede trabajar un poco más, dejando un cierto margen de un 30 por ciento de camas libres para poder retomar la actividad habitual".
"Todo lo que se ha hecho hasta acá es tiempo que hemos ganado para prepararnos, porque no solamente son las camas que hoy tenemos disponibles, sino porque se ha disminuido la actividad programada en toda la Argentina", dijo Medina, en referencia a las medidas sanitarias aplicadas por el ministerio desde el momento en que el Gobierno nacional dispuso el aislamiento, social, preventivo y obligatorio.
En ese marco, a fines de marzo, fue que el ministerio ordenó la suspensión de toda la actividad programada, tanto en el sector público como en el privado. Se trataba de limitar la realización de intervenciones menores, que no resultaran vitales o que no requirieran urgencia.
Por ese entonces, un informe dado a conocer por Medina detallaba la existencia de alrededor de 8.500 camas de terapia intensiva para adultos, en unas 800 unidades asistenciales públicas, privadas y de la seguridad social. El funcionario sostuvo en las últimas horas que, gracias al tiempo de preparación, para junio habrá alrededor de 12.000 camas críticas.