Dos meses de investigación le llevó a los pesquisas judiciales sentar en el banquillo de los acusados a uno de los partícipes de un brutal crimen mafioso con transfondo narco: el de Rodrigo Sánchez, un ladero de Esteban Alvarado, a quien le manejaba negocios varios, le garantizaba los insumos necesarios y la gente para poder concretar crímenes por encargo. Sánchez era un hombre que visitaba con frecuencia a Alvarado en la cárcel de Piñero. Lo había visto dos semanas antes de su muerte. Si bien aún resta dar con los autores materiales, la Fiscalía identificó a Héctor Brezik como el hombre que facilitó la emboscada robando un remís para concretar el ataque que tuvo lugar en Wilde y San Lorenzo. Brezik es hermano de Jonatan ,detenido en Resistencia por trafico de drogas, y con cercanía a la banda de Los Monos, según la sospecha de los fiscales.
El crimen de Sánchez (44) ocurrió en las últimas horas previas al decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Sin embargo, los encargados de la causa plantearon en esta nueva instancia que se planificó cuatro días antes, cuando el acusado robó un remís tras pedir un viaje desde la zona sur hasta Magaldi al 9800, en el extremo oeste de la ciudad.
Los fiscales Matias Edery y Luis Schiappapietra recordaron que fue "el autor material del robo de un automóvil y haber participado de un homicidio poniendo a disposición de quienes lo cometieron el vehículo antes robado. Esto ocurrió el 15 de marzo cuando siguiendo instrucciones de Jonatan Brezik- su hermano- se hizo presente en el local comercial de Bella Pizza, de San Martín 3864 de Rosario y le pidió a una de las empleadas que llamara por teléfono a una remisería para solicitar un vehículo. La empresa de remises envió un Renault Logan color rojo al que ascendió para hacerse llevar hasta Magaldi al 9800. Al llegar al lugar y bajo amenazas con un revólver hizo bajar del vehículo al conductor y se lo sustrajo, al igual que su teléfono celular. Ese vehículo fue escondido en un inmueble por Sebastián Nahuel Luján, alias Pitoto, hasta el 19 de marzo, fecha en la cual el mismo fue utilizado para interceptar la camioneta Toyota Hilux gris conducida por Rodrigo Sánchez y desde el cual descendieron dos personas que dispararon contra él, ocasionándole la muerte. Luego de ello estas personas dejaron el coche abandonado en la esquina de Magaldi y Ezeiza y se dan a la fuga del lugar en otro vehículo que se encontraba estacionado allí".
Los fiscales sospechan que la muerte por encargo de Sánchez fue una réplica por el intento de asesinato de Mariana Ortigala, ocurrido cuatro días antes en Roldán. La mujer y su hermano son testigos clave que comprometieron con sus declaraciones a Alvarado. Ortigala recibió cuatro disparos pero sobrevivió, por parte de un sicario -ya detenido- que habría actuado para sesgar la vida de la testigo que comprometía a Alvarado. Días después, un hombre clave de Alvarado fue asesinado a balazos.
En rigor, los pesquisas están convencidos de que quien pergeñó gran parte de la operación para matar a Sánchez fue Jonatan Brezik, quien purga condena en Chaco. Su nombre salió a la luz en enero de 2019 por un informe de inteligencia de la Policía Federal basado en escuchas telefónicas que reveló que el empresario rosarino Luis Paz, detenido y procesado como jefe de una asociación ilícita dedicada a la comercialización de droga y el lavado de dinero, iba a ser blanco de un atentado contra su vida dentro del pabellón que habitaba en la cárcel de Coronda. La recompensa para el sicario, un interno del mismo penal que iba a utilizar una granada, era de un millón de pesos y una casa.
Detrás de la planificación del ataque aparece citado un tal "Anteojito", que según los investigadores no es otro que Ariel Guille Cantero, uno de los cabecillas de Los Monos. Tras esa advertencia el Servicio Penitenciario provincial activó un urgente protocolo para trasladar al detenido de alto perfil al complejo penitenciario federal de Marcos Paz.