El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, se reunieron este lunes por la tarde con el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Luis Puenzo, y los empresarios de televisión Adrián Suar –cuya productora Pol-ka atraviesa una crisis tan inédita como la pandemia que la produjo- y Marcelo Tinelli. El objetivo del encuentro consistió en "avanzar en reuniones de trabajo para consolidar un protocolo sanitario para el sector de la producción de cine y televisión", según señalaron fuentes oficiales. La reunión se concretó en el Salón de los Científicos de la Casa Rosada y de la misma también participaron el subsecretario de Asuntos Políticos de la Presidencia, Miguel Cuberos, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.
“Fue un encuentro muy productivo en el que pudimos empezar a trabajar en protocolos específicos para el sector”, destacó Cafiero. La reunión consistió en propuestas y en búsquedas de formatos que tengan en cuenta los protocolos Covid-19, pero también protocolos más específicos que van a ser evaluados por el Ministerio de Salud de la Nación.
Como son dos lenguajes diferentes, con técnicas y tipos de filmaciones distintas, se diferenció el protocolo para los rodajes de cine de los de televisión. Pero no sólo eso: en TV debería depender del formato del programa. Hubo un planteo para ver qué formatos televisivos en función de los protocolos se podrían estar haciendo. Por ejemplo, si es posible hacer un programa con panelistas, también se podría estar realizando un ciclo de humor de dos personas en pantalla, según se sugirió.
En el caso del cine los protocolos deberán pensarse para los rodajes, aunque no se mencionó el reinicio de los mismos. Tampoco se habló de reapertura de las salas; por lo tanto, los protocolos son, al menos por el momento y hasta que la situación de la pandemia deje de ser incierta, sólo para las producciones. En ese sentido, no se conversó de protocolos de exhibición. Por ejemplo, los específicos tendrán que ver dónde se filme porque está claro que no es lo mismo un interior que un exterior a la hora de pensar en la propagación del coronavirus.
Como título general estuvo la crisis que atraviesa el sector audiovisual pero no específicamente. No se mencionó ninguna situación en particular -como, por ejemplo, podría haber sido la situación de crisis que atraviesa Pol-ka-, sino que la reunión se ciñó exclusivamente a pensar en aquellos futuros protocolos conforme con las normativas que respeten los criterios de la autoridad sanitaria.
Este encuentro se suma a las reuniones que se vienen llevando a cabo desde la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, encabezada por su secretario Francisco Meritello, junto a representantes de sectores afectados por las medidas de aislamiento, como la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión (CAPIT), la entidad Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) y la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA), entre otras instituciones.
Específicamente la crisis en el sector cinematográfico no es nueva: se viene arrastrando desde la gestión del macrista Ralph Haiek al frente del Instituto y la pandemia del coronavirus provocó una mayor profundización. Ocho días después de decretada la cuarentena obligatoria, un relevamiento del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA) dio cuenta que se perdieron alrededor de 4000 puestos de trabajo de los equipos técnicos de películas argentinas como consecuencia de los efectos del coronavirus. Además del cierre temporario de las salas y de la declaración del “estado de emergencia de la actividad cinematográfica” por parte del presidente del Incaa, según este informe del SICA los 4000 puestos de trabajo perdidos son de los equipos técnicos de películas argentinas; es decir, no se incluyó en su relevamiento a los directores, guionistas, actores y actrices.
En ese sentido, en la tarde del lunes llegó una noticia que puede resultar un pequeño bálsamo, pero bálsamo al fin para algunos de esos trabajadores: Netflix, en alianza con la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, anunció la creación del Fondo de Ayuda Covid-19 para la Industria Cinematográfica y Audiovisual, destinado a brindar ayuda económica para apoyar a más de mil trabajadores del sector. Justamente, la donación de 40 millones de pesos será administrada por la Academia para ser distribuida entre el personal técnico más afectado por la suspensión de las producciones audiovisuales de películas, series y documentales en Argentina. La iniciativa alcanzará a trabajadores tales como asistentes, coordinadores, técnicos y operadores de los diferentes departamentos de producción: cámara, sonido, arte, maquillaje, vestuario, locaciones, entre otros, quienes en su mayoría cobran por semana o por proyecto. Los detalles y criterios de selección para aplicar a este apoyo estarán disponibles en este sitio .
En medio de la puja para que las plataformas de streaming tributen, como antes lo hicieron los videoclubs, Puenzo celebró la decisión de Netflix: “Bienvenido el apoyo de Netflix a los técnicos de las industrias audiovisuales y la compleja tarea encarada por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina para llevarlo a la práctica. Los integrantes del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales acompañamos esta iniciativa y manifestamos nuestra solidaridad para con los trabajadores", declaró el presidente del Instituto.