La nadadora argentina Delfina Pignatiello tomó la drástica decisión de terminar con las transmisiones en vivo hace unos días, a través de su cuenta de Instagram. El motivo se basó en la cantidad de comentarios obscenos que la agredieron mientras mostraba sus entrenamientos.
“Bancarse los chistes y el hate (odio) en las redes es una cosa, pero a la sexualización hay que ponerle freno. Hay un límite”, escribió la joven nadadora de San Isidro, y continuó con una explicación que explicó el daño que le provocó leer las desubicadas reacciones de algunos de sus seguidores: “Recibí una gran cantidad de comentarios ofensivos en el vivo. También hubo comentarios en vivo sexualizándome y no me lo merezco. (No pude bloquearlos en el momento porque estaba entrenando). Una vergüenza y me siento decepcionada. No sé si seguiré haciendo vivos y menos entrenando. Gracias a todos los que me bancan y apoyan siempre”.
A partir de ese momento la bonaerense optó por evitar la exposición pública para no volver a sufrir dichas agresiones. “Desde que arrancó la cuarentena empecé a publicar videos de mis entrenamientos, pero después comencé a hacer vivos para acercarme a mis seguidores. Era un ambiente sano porque teníamos un ida y vuelta; y a los que hacían comentarios desubicados, los podía bloquear”, detalló Pignatiello en las últimas horas, en una entrevista brindada al podcast que conduce Nicolás Laprovittola, Hola! Qué tal, Cómo estás?.
“Lo que pasó con la sexualización me dolió mucho. Fue durante un vivo con unos entrenadores de Estados Unidos. Cuando lo vi posteriormente, me indigné. Se habían desubicado muchísimo. Mi abuela me preguntaba si yo conocía a esos que escribían y a mí se me caía la cara de vergüenza”, reveló la joven atleta de 20 años.
A pesar de su escasa edad, ella trabaja y piensa como una deportista consagrada y experimentada. Sus logros en los Juegos Panamericanos de Lima o los Juegos Olímpicos de la Juventud que se desarrollaron en Buenos Aires, representan una simple muestra del sacrificio constante que realiza para llegar al éxito. Sin embargo, hay algo contra lo que no puede luchar.
“Hay que frenar esos comentarios. No hay que normalizar comportamientos en las redes sociales. Es un error. Lo que es ofensivo, se tiene que castigar. Sentí que no lo podía dejar pasar. Como figura pública que baja un mensaje me pareció atinado intervenir”, analizó.
En este sentido, Pignatiello continuó aclarando su posición con una claridad notable: “Con que a una sola de todas las personas que me escribieron ese día, mi postura le haya permitido reflexionar, ya estoy hecha. Insisto: no se puede normalizar la agresividad”.
Por otro lado, la joven nadadora también se refirió a su preparación diaria y al trabajo psicológico que realiza para centrar sus objetivos. "Intento que no se me suba a la cabeza el tema de que sea una referencia en mi disciplina. Porque en un momento, hace dos años, sentí que me estaba pasando, como que andaba un poco desconectada al momento de nadar y tenía la atención puesta en otras cosas, que no eran prioritarias”.
“Lo prioritario para mí es entrenar. Tuve que recuperar el rumbo. La fama no me genera nada. Lo que sí me interesa es en contribuir a la difusión de la natación y dejar un mensaje inspirador. Me conformo con eso", concluyó.