Ayer por la mañana la presidenta de la Unión Industrial salteña, Paula Bibini, mantuvo una reunión con el gobernador Gustavo Sáenz y el ministro de Producción, Martín de Los Ríos, a quienes les solicitó, entre otras cosas, que intercedan para lograr eximiciones impositivas y créditos de financiamiento a tasa diferencial.
La ex ministra de Trabajo durante la gestión de Juan Manuel Urtubey dijo a Salta/12 que en el encuentro instaron al gobernador a que “acompañe a los industriales salteños” para que el presidente Alberto Fernández les otorgue una audiencia y escuche sus requerimientos.
Bibini indicó que el sector empresario del NOA y el NEA necesita que le concedan “un diferimiento impositivo por 365 días de los impuestos nacionales, para hacernos de capital de trabajo” y poner en marcha su capacidad productiva.
A pesar de las reuniones que mantuvo el gobernador con las principales entidades bancarias, a las que les solicitó que flexibilicen la entrega de créditos a tasas del 24%, que además cuentan con garantía estatal, la empresaria repitió lo que ya denunciaron erferentes de las Pymes, gastronómicos y comerciantes: que es muy difícil acceder a este tipo de financiamiento para la mayoría de las empresas del norte, por las trabas que ponen los bancos.
“Sólo acceden algunas de muy primera línea y quedan fuera del sistema muchas otras que generan servicios a la industria y están sin capacidad para retomar sus actividades”, aseguró la ex funcionaria.
Aclaró que el pedido de audiencia a Fernández es de los 10 presidentes de las uniones industriales del norte, que poseen menor capacidad productiva y “mayores costos a la hora de pensar en fletes” que las del centro y sur del país, y que por lo tanto “pretendemos un tratamiento impositivo diferencial”, por la crisis económica que están atravesando, que “no es de ahora, sino que viene de hace muchos años”, aseguró.
“Hoy muchas empresas están sin poder reiniciar sus actividades justamente por la falta de financiamiento”, dijo la presidenta de la UIA Salta. Explicó que la mayoría de quienes integran el sector son de pequeño o mediano porte, “como industriales chicos, o metalúrgicas de servicios”.
Si bien reconoció que la mayoría de las empresas ya está exceptuada para volver a producir (más del 60%), manifestó que a muchas les cuesta organizarse de acuerdo a los nuevos protocolos para evitar el virus SARS-CoV-2, que implica movilizar empleados, armar un cronograma de turnos, o trabajar con la mitad de la planta para garantizar el distanciamiento. “El nivel de producción y los costos no son los mismos”, dijo.
En cuanto a los aportes que realiza el Estado Nacional a través del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), que implican el pago de uno o dos salarios mínimos por trabajador y la postergación de hasta el 95% de las contribuciones familiares, Bibini contestó que no todas las empresas lo están recibiendo, “por distintos requerimientos de la AFIP”.
Y aseveró que “esas ayudas no le alcanzan a los industriales salteños para volver a producir competitivamente”.
“Queremos que las soluciones para el norte finalmente lleguen”, sostuvo la ex ministra, a la vez que añadió que esto es “para que no queden como el Plan Belgrano, en promesas de campaña”.
Decisión política
Bibini expresó que los créditos que obtuvo la provincia a través del Consejo Federal de Inversiones no impactaron en el sector porque “el fondo es muy bajo y el dinero no alcanza al segmento industrial”. Indicó que están más pensados para pequeños emprendedores y como micro créditos que para los fondos de capital de trabajo e inversión que ellos necesitan.
Por lo que le solicitó a Sáenz que gestione préstamos a una tasa diferencial del 12%, “muchos no pueden pagar la del 24% cuando están sin ningún tipo de ingresos”, subrayó.
Para la referente de los industriales, se necesita una asignación presupuestaria específica y una decisión política del gobierno provincial de asignar partidas para los préstamos. En ese sentido, informó que ya hay un proyecto en la Legislatura de Salta para crear un Fondo de Garantías que le permita a las empresas acceder al financiamiento bancario.
“Creo que en una transición cercana van a tener que reactivar la economía de esa manera”, concluyó.