La actividad económica marcó una caída del 11,5 por ciento en marzo respecto de igual mes del año pasado. Se trata del mes en que comenzó el aislamiento social para evitar el efecto de contagio exponencial de la covid-19. En la situación de cuarentena estricta a partir del día 20 de ese mes sólo pudieron mantenerse abiertas las actividades esenciales, generando una caída natural del mercado interno por el freno en buena parte de los sectores no esenciales.
El dato de caída económica lo publicó este miércoles el Indec y detalló que la baja desestacionalizada contra febrero fue del 9,8 por ciento. A su vez, se mencionó que en lo que va del año se acumuló un retroceso de 5,4 por ciento de la actividad económica. La contracción de la economía es un fenómeno observado a nivel mundial debido a la crisis sanitaria. En Europa se observaron algunas de las caídas del Producto Interno Bruto más fuertes desde la segunda guerra mundial y en Estados Unidos se perdieron más de 30 millones de trabajos. Países que retrasaron la cuarentena para no afectar la economía terminaron con una explosión de contagios y bajas del PIB que son incluso más graves que la argentina.
La construcción fue una de las ramas con mayor caída interanual. El centro de estadística oficial registró un retroceso del 46,5 por ciento. El único sector que se desplomó por encima de esa cifra fue la pesca (-48,6 por ciento). En la lista de mayores caídas continuó el rubro hotelería y restaurantes (-30,8 por ciento).
La industria manufacturera fue otro de los sectores con importantes retrocesos en marzo. Anotó una contracción del 15,5 por ciento. El rubro de comercio mayorista y minorista también registró una pérdida sensible de actividad al disminuir un 11,2 por ciento. La cuarentena cambió hábitos de consumo y prioridades de la población. Sectores vinculados a la indumentaria por ejemplo fueron algunos de los que se encuentran más afectados.
La rama de transporte y comunicaciones bajó un 14,8 por ciento, mientas que agricultura y ganadería se contrajo 8,1 por ciento. A su vez, la rama de explotación de minas y canteras anotó una merma de 3,1 por ciento y el rubro de actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler bajó 7,3 por ciento. La única rama que registró una suba fue la de servicios de electricidad, gas y agua con un avance de 6,7 por ciento.
El aislamiento social estricto continuó en abril siendo clave para contener el avance de la crisis sanitaria en la Argentina. Esto se observa en la comparación de la curva de infectados contra otras economías de la región como Brasil o Chile.
Un elemento interesante para remarcar es que los retrocesos del mercado interno argentino no difieren de las caídas observadas en otras economías que demoraron la cuarentena o incluso se mostraron laxas ante la pandemia. Los analistas aseguran que no existe evidencia de que las medidas de prevención sanitaria estrictas provoquen una mayor caída de actividad que la ocurrida en economías en donde no hubo una respuesta coordinada del Estado.
Desde el Indec indicaron que ante la pandemia global –que alteró el funcionamiento de las oficinas de estadística de todo el mundo– se aplicaron las recomendaciones internacionales conversadas con otros centros de estadísticas y organismos internacionales para continuar con la tarea de estimar el resultado de los principales datos de la macroeconomía.