El 23 de septiembre del año pasado se cumplieron ochenta años de la muerte de Sigmund Freud, el hombre que puso en jaque el reinado de la razón como ordenadora del mundo que había impuesto la Modernidad, para plantear la idea de que los seres humanos no dominan todos sus actos de manera consciente. Su teoría psicoanalítica perdura hasta estos tiempos y lejos está de perder vigencia. A ocho décadas de su fallecimiento, los psicólogos y docentes de la Facultad de Psicología de la UBA Juan Jorge Michel Fariña y Eduardo Laso realizaron el film-ensayo Freud en el cine: de lo sublime a lo ridículo, que ahora --cuarentena mediante-- puede verse gratuitamente en la página deseodecine.org. El film fue realizado a partir de fragmentos de más de veinte películas en las que Sigmund Freud fue retratado, con representaciones que van desde la excelencia hasta la banalización, pero que, en todo caso, dejan en claro el carácter revulsivo del psicoanálisis.
"¿Qué retratos de Freud propuso el cine a lo largo del tiempo?", se preguntan los realizadores. ¿Un apasionado de la verdad? ¿Un conflictuado y ambicioso investigador del psiquismo? ¿Un detective de lo inconsciente? ¿Un pacato burgués obsesionado con la sexualidad? ¿Un amo caprichoso que demandaba subordinación? ¿Un neurótico grave que elevó sus complejos a sistema explicativo? Esta película se realizó con el apoyo de la Facultad y es un emprendimiento sin fines de lucro, para uso exclusivo de docencia e investigación.
El padre del psicoanálisis fue interpretado por actores como Montgomery Clift, Curd Jürgens o Viggo Mortensen y su figura se transformó en un ícono de la cultura. El cine representó a Freud analizando a sus pacientes clásicos, como Elizabeth von R., Anna O., o el Hombre de los Lobos, pero también a Gustav Mahler, Marie Bonaparte o Lou Andreas-Salomé. También se lo pudo ver junto a pacientes de ficción o apócrifos, como al joven Indiana Jones, Sherlock Holmes, Adolf Hitler, Mr. Spock y hasta León Trotsky, en la producción de Netflix. Estos fragmentos de las películas permiten analizar si el cine le ha guardado fidelidad a la obra y pensamiento de Freud. O no. "Con Eduardo Laso hicimos primero una investigación. Eduardo fue quien la inició y esto dio lugar a un capítulo de su libro El ojo maravilloso. (Des) encuentros entre psicoanálisis y cine. Y juntos nos hemos lanzado a esta tarea de la investigación cinematográfica y volcarlo en un modo audiovisual", cuenta Michel Fariña.
--¿Qué miradas sobre el psicoanálisis se pueden conjeturar a partir del cine que se ocupó de representar a Freud? Algunas se mencionan al comienzo como la de un detective de lo inconsciente, por ejemplo.
--Es un poco la galería que presentamos con Eduardo Laso. Efectivamente, se lo presenta de una manera variada, pero por ejemplo, el detective es un ícono clásico que confunde al psicoanalista o al investigador del inconsciente, como era Freud, con alguna verdad ya revelada, ya dada, y alojada en algún lugar secreto que requiere de una tarea de pesquisa, a la manera de la de un investigador privado para llegar a develarla. Como bien sabemos, la técnica psicoanalítica y la dirección de una cura no operan de esa manera sino con una complejidad mucho mayor. En otros casos, como se puede ver en la película, son versiones un poco más ridiculizadas, mucho más de caricatura.
--¿De qué manera Freud, pasión secreta, el primer film sobre el padre del psicoanálisis (1962), encarnado por Montgomery Clift y dirigido por John Huston, aborda la complejidad del trauma sexual infantil?
--Es una película sumamente valiente que presenta una perspectiva que después no se repetiría en las representaciones de Freud en el cine. Radica en retratar ese momento de la obra de Freud, en que se pasa de la teoría del trauma acaecido a la teoría del fantasma; es decir, que determinados fantasmas, fantasías en la vida de las personas pueden tener el valor de un hecho efectivamente acaecido, aunque como dato empírico, éste no haya ocurrido nunca. El valor de Huston de retratar ese momento y de manera tan verosímil es enorme porque el cine se ha interesado siempre en mostrar traumas espectaculares y efectivamente acaecidos. El campo de la fantasía no es cinematográficamente muy interesante, aunque en el caso de Freud es teórica y conceptualmente imprescindible para conocer su aparato teórico.
--¿Cómo se puede conceptualizar la noción de transferencia en la película sobre el célebre compositor austríaco Gustav Mahler a partir de una sesión en la que iba caminando con Freud?
--Tal vez esa es una de las recreaciones más imaginativas y más respetuosas de toda la filmografía porque introduce algo muy interesante: Freud se prepara para atender a Mahler en ese hotel, que él estaba en tránsito rumbo a sus vacaciones. Toma incluso algunos recaudos tradicionales, como proveerse de un diván y de un espacio medianamente cómodo y silencioso. Y se encuentra con que la contingencia le impone ciertos accidentes que hacen que Mahler salga corriendo. Y Freud no duda en ir atrás de él, seguirlo por las calles de la ciudad y llevar adelante ese análisis tan peculiar que culmina, cinematográficamente hablando, con la despedida en el tren. La película instala un modelo de la transferencia que es sumamente novedoso e interesante y desmitifica al análisis en términos tradicionales, sin resignar un ápice el núcleo conceptual, porque toda esa caminata, toda esa entonación conjunta de Don Giovanni, que improvisan en una plaza, está puesta al servicio de trabajar con Mahler la relación entre responsabilidad y culpa. Lo que Freud hace con Mahler es darle todos los elementos para que pueda responder por su deseo cuando él se está presentando bajo el modo inverso de la culpa. El es el culpable de lo que le está pasando, o su mujer es la culpable por el engaño amoroso que lo hizo víctima. Alterna entre la propia culpabilidad y la culpa proyectada en la mujer para no responder por su propio deseo en esas circunstancias. En eso, Freud es inclaudicable, pero en cuanto al encuadre y el modo de sostener la transferencia, no duda en modificar las coordenadas que tradicionalmente se supondrían como inamovibles.
* La película se puede ver en: https://www.deseodecine.org/freudenelcinehasta el fin de la semana próxima, al cabo de la cual Laso y Fariña dialogarán con el público en una reunión abierta Zoom.