La Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Salta (ADIUNSa) reclamó al rector Víctor Claros que responda a su pedidos de integrar el Comité de Emergencia de esa casa de estudios. Y reiteró una queja por diferencias en el pago de los salarios de abril, una situación que se repite desde noviembre del año pasado.
“Hay una falta de respuesta de las autoridades que nos tiene bastante preocupados”, expresó el secretario gremial de ADIUNSa, Jorge Ramírez. Sostuvo que “se toman muchas resoluciones sin que se estén teniendo en cuenta las cuestiones laborales y que deberían tratarse dentro del ámbito paritario”. Salta/12 intentó contactarse con el rector, pero no obtuvo respuesta.
ADIUNSa ya había elevado un pedido de integración del Comité de Emergencia de la Universidad el 16 de marzo. Hace tres semanas el secretario general de la UNSa, Darío Barrios, solicitó al htrmio que dé el nombre de la persona que l o integraría. No obstante, “aún no recibimos instrucciones ni una devolución al respecto”, se quejaron los sindicalistas en el texto enviado a Claros.
En comunicación con Salta/12, la vicerrectora, Graciela Morales, manifestó que el Comité se conformó con las autoridades de la Universidad, médicos, enfermeros y personal de gestión ambiental, higiene y seguridad. “Es un comité de emergencia y es específico para la pandemia”, señaló. Agregó que como tal sus integrantes están atentos a las medidas nacionales y provinciales que se vayan adoptando.
Sin embargo, el gremio sostiene que su integración está avalada por el Convenio Colectivo de Trabajo, donde se establece que “representantes autoridades y representantes gremiales deben velar en conjunto por la prevención de accidentes de trabajo y de enfermedades que pueden derivarse de la actividad laboral”.
El Rectorado sacó el 11 de mayo la resolución 374/20, ad referendum del Consejo Superior, en la que dispuso un paquete de protocolos para la institución. Y quedó aprobado el Protocolo General para la prevención de la Covid-19, el Protocolo de distanciamiento social para el predio universitario y las sedes regionales y las recomendaciones sobre medidas de prevención a los docentes, auxiliar de la universidad (PAU), contratados y externos.
Para la ADIUNSa, “el protocolo fue hecho de forma unilateral de la Universidad”, dado que no se consultó "en lo mínimo a la legítima representación de los trabajadores docentes". El gremio sostuvo que si bien “los trabajadores también tienen un grado de responsabilidad, la UNSa no dice cómo asegurar los espacios necesarios para realizar las tareas”.
Ramírez dijo que más allá de que son pocas las personas que están trabajando en el predio universitario, “es de esperar que se determinen las condiciones” para la realización de las tareas en el nuevo contexto impuesto por la pandemia. “No hay nada todavía e incluso hay cierta incertidumbre del reconocimiento de las tareas que se realizan en el ámbito virtual”, aseguró el secretario gremial.
Fallos reiterados
En la nota ingresada en la mañana de ayer se dejó sentado que tras el pago de los salarios de abril, pagados el 1 de mayo, hubo quejas de muchos docentes que informaron haber cobrado “de menos”. Al consultar ante el área de Liquidación de la Universidad, les comunicaron que existió un “ajuste de retención de ganancias de 2019”. El justificativo viene a cuenta de que se prorrogó la presentación de formularios y eso recayó en el pago de haberes de abril.
La alarma ahora se traslada en los sueldos de mayo, a pagarse el 1 de junio. Según le comunicaron al gremio, la situación se regularizaría, pero desde el quinto mes del año los docentes deberán percibir un incremento del 3,3% por los acuerdos salariales, con lo que “los sueldos de mayo deberían ser superiores al abril”, anticipó el gremio.
Ante esta repetida situación de "mal cobro", Ramírez dijo que “la UNSa volvió a liquidar mal" y que es una acción que se repite desde noviembre del año pasado, puesto que "ningún sueldo fue igual al del mes pasado". Por eso, “uno de los reclamos más fuertes es conocer de antemano cuánto vamos a cobrar”.
En consecuencia, los docentes reiteraron dos pedidos: primero, que se transmita toda la información relativa a la modificación de los haberes. Y segundo, que digitalicen los recibos de sueldo. En este caso “hubo un compromiso verbal de la gestión de realizar la prueba de digitalización con los sueldos de abril. Queremos que se haga público el estado del trámite”, expresaron los docentes en la carta enviada.
“Volvió a pasar y algunos docentes sufrieron recortes en sus salarios de 2 mil pesos o más”, contó Ramírez. Para el secretario gremial, el tema del pago “es lo mismo de antes” porque “la UNSa ejecuta y realiza los descuentos, mientras que no los comunica y tampoco bajo qué concepto los hacen”.
La sobrecarga virtual
El secretario gremial dijo que hubo conversaciones en el ámbito paritario local. Y en ese aspecto, se sostuvo que “se debe respetar la no exigibilidad de tareas en quienes tienen niños a cargo o personas adultas en situación de riesgo”. Pero, a pesar de que fue la secretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación, Ana Castellani, quien lo informó, la Universidad de Salta “no lo efectiviza”, señaló Ramírez.
Además, advirtió que hay docentes que no tienen conectividad o tienen un entorno familiar que dificulta las cosas y así es muy difícil poder realizar efectivamente las tareas”. En ese sentido, indicó que se “genera sobrecarga porque no es que el docente realiza sus tareas y se retira, están presentes hasta que puedan realizar determinado trabajo en las condiciones que se encuentran”, afirmó.
Ante ello, destacó que “la UNSa tiene la obligación de garantizar los medios necesarios para que los docentes puedan realizar las tareas”. “Valoramos el esfuerzo de los docentes y estudiantes, pero el tema es que no se puede exigir” en este contexto de pandemia, finalizó Ramírez.