Hoy son tan habituales que cuesta creer que alguna vez fueron objetos de lujo. Hoy están en todas las cocinas, como algo más, a veces incluso olvidadas. Pero ellas... las especias, una mercancía no demasiado útil, carentes de valor nutricional o medicinal, durante muchos siglos fueron un bastión de la economía. Viajeros y aventureros fueron la punta de lanza de la actividad comercial más lucrativa de la historia. Desde la más antigua Roma hasta los albores de la era Moderna, con sus ganancias se financiaron guerras, se desplomaron y levantaron imperios. Francesco Antinucci cuenta esta historia, que es a la vez cultural, económica y política, en su reciente libro Especias (Edhasa). Una obra que mezcla aspectos de la crónica, el ensayo y el recetario, que busca recuperar “el sabor” de la historia.