La enseñanza virtual implica un gran desafío para todo el sistema universitario, ya que la mayoría de las carreras se basan en el dictado de clases presenciales. En ese contexto, hay facultades más afectadas que otras porque ofrecen carreras con gran cantidad de contenidos prácticos en sus planes de estudios. Un caso evidente es el de las facultades de Medicina. PáginaI12 conversó con autoridades, docentes y alumnos de esa
unidad académica en la UBA para conocer cómo fue el impacto de la virtualización
de los contenidos y cómo está siendo el proceso de enseñanza en el
marco del aislamiento social. Las materias están avanzando en el dictado de clases teóricas, con evaluaciones incluidas, y están postergando los contenidos prácticos para cuando se pueda retomar la presencialidad. Para que los alumnos no pierdan el año, se estableció que en 2021 podrán cursar las materias correlativas correspondientes y, cuando la pandemia lo permita, deberán cursar y dar examen sobre los contenidos prácticos.
En la Universidad de Buenos Aires (UBA), la carrera de Ciencias Médicas tiene 48.730 cursantes. “En la carrera tenemos muchas materias teórico-prácticas correspondientes al Ciclo Biomédico y Clínico que se están dictando en forma virtual. Es decir, hay un porcentaje de los contenidos que se pueden cursar a distancia, a través de las plataformas. Sin embargo, hay muchas materias prácticas hospitalarias que inevitablemente van a tener que cursarse cuando se levante la cuarentena”, explicó Carlos Damin, médico toxicólogo y secretario general de la Facultad de Medicina de la UBA.
En cuanto al sistema de evaluación y al régimen de aprobación, Damin señaló que las cátedras están tomando exámenes parciales a través de la plataforma virtual. En cambio, los exámenes finales de julio fueron suspendidos y reprogramados de acuerdo a la evolución de la pandemia, ya que sólo se pueden tomar de forma presencial.
“La cátedras están tomando exámenes con la modalidad múltiple choice o de contestar preguntas en un determinado tiempo. Hasta ahora se están llevando a cabo sin inconvenientes”, indicó Damin.
La Facultad de Medicina adhirió a la resolución del rectorado de la UBA que permite a cada unidad académica “flexibilizar” transitoriamente hasta el 31 de marzo de 2021 las correlatividades que se aplican en los diferentes planes de estudios. “Lo que resolvió la Secretaría de Asuntos Académicos es que aquellos alumnos que hayan aprobado la parte teórica de una asignatura, pueden seguir cursando el contenido teórico de su correlativa. Una vez que se retome la presencialidad, el alumno deberá rendir las actividades prácticas correspondientes a cada una de las asignaturas cursadas bajo la modalidad a distancia”, dijo Damin.
Experiencias dispares
Oscar Torres, director y docente de la Tecnicatura en Hemoterapia e Inmunohematología de la Facultad de Medicina, señaló a este diario que “la experiencia de los docentes en la enseñanza a distancia es muy dispar”. “Hay mucha gente que no está habituada a impartir clases de forma virtual. Muchos docentes tuvieron que aprender muy rápido a enseñar los contenidos de forma virtual”.
“La enseñanza en Medicina en general tiene una tradición muy estrecha a la relación del docente y el alumno, ya que la parte práctica fundamentalmente se hace sobre un ser humano, con lo cual es imposible hacerlo a distancia”, señaló Torres. “Por más que uno quiera explicarle al alumno, es imprescindible que el alumno pueda palpar o interrogar a un paciente o a un donante de sangre, como es el caso de lo que se enseña en Hemoterapia”, agregó.
Santiago Maffia es docente de la materia Anatomía, una de las asignaturas del primer año de la carrera de Medicina. “Nosotros en la cátedra ya teníamos experiencia con lo virtual porque veníamos trabajando con un entorno digital hace muchos años, donde subíamos contenido. Pero era una soporte pedagógico y ahora pasó a ser la única modalidad disponible”, explicó.
“A través de videos, láminas, guías de estudio y apuntes les damos los contenidos a los alumnos. También hay un atlas online donde están los preparados con referencias”, indicó Maffia, quien señaló que la forma de evaluación “es mixta ya que incluye una parte teórica con preguntas clásicas de opción multiple choice y después otra parte práctica de identificación de estructuras a través de imágenes”.
Problemas estudiantiles
Agustina Larsen está en el tercer año de la carrera de Ciencias Médicas. Actualmente está cursando las materias Patología y Farmacología.
“La cursada virtual implica muchas desigualdades por varios aspectos. Uno tiene que ver con los recursos que los alumnos tenemos, lo que implica poder acceder a la virtualidad y tener un lugar de estudio sin distracciones. Pero también afecta a los docentes, ya que quienes nos dan clases mayormente son docentes ad honorem y además muchos trabajan en hospitales en este contexto”, señaló Agustina.
En cuanto a los exámenes, Agustina contó que ya tuvo un examen en formato multiple choice con la posibilidad de hacerlo durante un día. “El tema de las evaluaciones implica un problema sobre todo para los chicos de primer y segundo año, que tienen muchas materias prácticas y requieren intercambio con el docente. La evaluación virtual deja a muchos estudiantes afuera del sistema”, indicó.
Juan López también es estudiante de tercer año de la carrera de Medicina. “Al principio me costó adaptarme a la modalidad virtual, sobre todo porque la plataforma nunca la había usado y, además, cada cátedra tiene su peculiaridad en cuanto a cómo da los contenidos”.
“Yo creo que los docentes están haciendo el mayor esfuerzo posible para enseñarnos. Suben Power Point, seminarios grabados y mandan bibliografía para leer. Quizás la plataforma podría estar más actualizada pero por ahora funciona bien”, se conformó Juan.