Tras la polémica con Everton, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, redobló la apuesta y señaló a través de la red social Facebook que los futbolistas de su país "quieren volver a jugar" alegando que "el deporte es vida y salud" a la vez que indicó que no se sabe "hasta cuándo va a durar" la pandemia por coronavirus.
Bolsonaro mantuvo una reunión el jueves con el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, quien indicó que solo estaban permitidas las actividades de fisioterapia de los clubes de esa ciudad, pero el Flamengo, último campeón del a Liga y de la Copa Libertadores, reanudó los entrenamientos normalmente.
"En un primer momento había jugadores que eran contrarios al retorno del fútbol, pero ahora hay otro entendimiento por parte de los jugadores para volver, obviamente sin hinchada", aseveró el presidente de Brasil, agregó: "El Ministerio de Salud es favorable a dar un parecer en ese sentido para que podamos ver el fútbol los sábados y domingo. Eso incluso ayuda a mantener a las personas en casa y sin estrés".
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) dio indicios de comenzar a finales de junio la Liga, la cual estaba inicialmente prevista para mayo, pero de todas maneras no hay un plan detallado por parte del ente deportivo de cómo será y sobre la presencia o no del público.