A pesar de un prometedor arranque en uno de los gigantes de Argentina, una larga estadía en el fútbol italiano y hasta una etapa en la Selección, la carrera de Juan Pablo Carrizo ha quedado por siempre emparentada con aquella fatídica campaña que terminó con el descenso de River en 2011. Y en cada entrevista que da el arquero, actualmente sin club, el recuerdo es ineludible, aún para él, especialista en amagar ante los delanteros. Este viernes, no fue la excepción.
"En ese momento yo sentía que el club necesitaba de los jugadores que surgieron del club. Y asumís ciertos riesgos del juego. Nadie deseó ese final. Pero viendo hoy la realidad, era necesaria. Porque tenés que tocar fondo, no hay otra", expresó Carrizo en una charla con TNT Sports.
Para el arquero de 36 años, quien fue vendido a Lazio en 2008 y volvió a Núñez a préstamo para los fatídicos Torneos Apertura 2010 y Clausura 2011, en el descenso de River: "No hubo un solo culpable. Ni un jugador ni la dirigencia. Es todo un organismo que funcionaba mal hace tiempo. En lo deportivo ese año se llegó al límite".
"Yo en el 2011 me equivoco en dos partidos (0-2 con Boca y 1-1 con San Lorenzo). ¿Vos te pensás que yo hubiese querido equivocarme en el año más difícil para River? No existe en ninguna cabeza. Yo hubiese querido ser un superhéroe, salvar al club y quedar en la historia del club de otro modo, pero cada uno te pone en el lugar que quiere. Yo sé en el lugar que estoy, sé que tipo de jugador soy y cuál fue mi entrega en ese momento", agregó Carrizo.
El futbolista, quien rescindió contrato a fines del año pasado con Cerro Porteño de Paraguay y retornó junto a su familia a la ciudad de Monterrey (donde jugó entre 2017 y 2018) para buscar equipo en México, recibió 35 goles en 34 partidos entre 2010-2011, incluidos los dos duelos de Promoción ante Belgrano. Previo a la llegada de "JP", el arco millonario estuvo custodiado Mario Vega (52 juegos), Juan Marcelo Ojeda (18), Leandro Chichizola (5), Mariano Barbosa (4) y Nicolás Navarro (4) en los torneos que sumaron para aquel promedio.
De todas maneras, Carrizo aseguró que en River vivió lo mejor de su carrera. "Fue un sueño cumplido consagrarme con River. Me daban mucha importancia, River me dio la chance de llegar a la Selección Argentina", declaró el arquero, cuyo último partido en Núñez fue el 1-1 de vuelta con Belgrano.
"El hincha de River siempre tuvo mucha gratitud. Nunca recibí palabras desagradables o pasé momentos feos. Me siento muy afortunado por el cariño que me brindan. Algo tuve que haber hecho para que la gente me reconozca. La gente no reconoce tan fácil y yo me quedo con eso", concluyó.