Luego de una semana de estar desaparecido, tras haber sido golpeado junto a su hermano por efectivos de la comisaría de Monteagudo, la fiscalía y la policía judicial tucumana encontraron el cuerpo sin vida del trabajador rural Luis Armando Espinoza. El lugar del hallazgo se encuentra en la montaña, con precipicios empinados y vegetación tupida, en territorio de Catamarca. El hermano de Luis y testigo directo de los hechos, Juan Antonio Espinoza, y otros familiares habrían reconocido el cuerpo, pero aún podría producirse algún conflicto entre jurisdicciones que demore el esclarecimiento. Bomberos voluntarios se colgaron de los precipicios con arneses, entre una densa niebla, hasta que en una de las barrancas a unos 150 metros de profundidad hallaron el cadáver en una bolsa negra, y una blanca en la cabeza. La abogada de la familia Espinoza, Cintia Campos, así como funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos, viajaron al lugar, ubicado a pocos metros de Alpachiri del lado tucumano y del departamento catamarqueño de Andalgalá.
La familia y los vecinos se habían subido a varios vehículos porque querían participar del rastrillaje, pero fueron detenidos en el camino y les dijeron que no podían seguir, tal como relató a este diario Mariana Romero, de Los Primeros TV. "Cuando llegamos al lugar nos dimos cuenta de que no se puede estar parados en la ruta porque por la niebla es demasiado peligroso, ni siquiera hay pavimento, y el monte es puro precipicios con mucha vegetación, es el camino a Las Estancias", describió. También habían dejado pasar a los hermanos, entre ellos Juan Antonio, y su cuñada, quienes lo habrían identificado. Ahora quedaron todos varados sobre la ruta 65, en el límite entre las dos provincias, y comenzaban a preparar fuego para calentarse durante la espera.
“Por el tipo de hecho y el involucramiento de efectivos de la fuerza de seguridad (policías de Monteagudo) pedí la participación exclusiva del ECIF para las inspecciones, reconocimientos, registros y trabajos de inteligencias que se hicieron para esclarecer este hecho, de modo que los agentes policiales tenían sólo la función de acompañar para dar seguridad a los funcionarios”, admitió la fiscal Mónica García de Targa, a cargo del caso.
El parte de las 16.30 del Ministerio Público Fiscal indicó, "expertos del ECIF localizaron un cuerpo que sería el de Espinoza, lo encontraron en territorio catamarqueño en el departamento de Andalgalá en un precipicio a 150 metros de profundidad". La fiscal Mónica García de Targa, titular de la Fiscalía de Instrucción I del Centro Judicial de Monteros, confirmó que "equipos de su unidad investigativa y del ECIF (Equipo Científico de Investigaciones Fiscales) rescataron un cuerpo en la zona de Alpachiri, y que todas evidencias hacen presumir que se trataría de Luis Espinoza, de 31 años, vecino de la localidad de Melcho, departamento de Simoca, desaparecido desde el pasado viernes, y que habría sido asesinado y su cuerpo abandonado cerca del límite con Catamarca".
El comunicado oficial describió que "según las primeras informaciones el cuerpo fue localizado en territorio catamarqueño, ya que los hombres del ECIF en la búsqueda atravesaron los límites entre Tucumán y la vecina provincia, unos 200 metros, ubicándose en el Departamento de Andalgalá. Desde la ruta los expertos ubicaron el cuerpo en un precipicio de 150 metros de profundidad envuelto en bolsas blancas y negras rodeadas de cintas. El titular del ECIF, Eugenio Agüero Gamboa y su gente, llegaron hasta el puesto caminero El Clavillo, para notificar a la policía catamarqueña del hallazgo y también a la Justicia de esa provincia. De las decisiones que se adopten se procederá al traslado del cuerpo a una u otra provincia".
Dos de los imputados, en principio por desaparición forzada y ahora por homicidio agravado, habrían quebrado el pacto de silencio entre los policías. El jueves, los policías Ardiles y Paz habían declarado lo que sabían y habrían admitido una participación menor en el encubrimiento. Según estas declaraciones, el cuerpo de Luis Espinoza habría sido llevado entre cuatro policías en el auto particular del subcomisario Rubén Montenegro y ocultado en la zona de Alpachiri. De hecho, Página12 publicó el detalle de las manchas de sangre encontradas en los vehículos secuestrados y que los perros adiestrados también habían marcado el baúl del auto del subcomisario.
El viernes 15 Luis y Juan Espinoza habían ido a cobrar y pasaban a ver a un familiar cuando se encontraron con el grupo de policías que venían de reprimir a los participantes de una carrera cuadrera, en presunta violación de la cuarentena. En el entendimiento de que ellos habían estado allí comenzaron a pegarle a Juan, cuando Luis intentó frenarlos se escuchó un disparo y un golpe desmayó a Juan. Cuando despertó su hermano ya no estaba. Tanto desde el gobierno, con la intervención de la secretaría de Derechos Humanos, como desde los organismos de derechos humanos habían exigido la aparición con vida de Espinoza.
Para la fiscal, "con la localización del cadáver de Espinoza, el hecho estaría en vías del esclarecimiento total en lo que respecta al modo en que se produjo el crimen y la posterior localización de la víctima. En esta circunstancia, quedaron potenciadas las políticas que viene implementando el Ministerio Fiscal en materia de capacitación y tecnología, ya que tanto los funcionarios de la Fiscalía interviniente como los integrantes del ECIF, todas las herramientas necesarias para llevar adelante esta tarea".
La periodista Mariana Romero, de Los Primeros TV, había sido la primera en contar la historia de la desaparición de Luis Espinoza, y estuvo en el lugar del hallazgo del cuerpo. "Los policías que se quebraron dijeron que el cuerpo había sido arrojado en la localidad de Alpachir, y así fue", relató.