Espíritu callejero, grafitis, lowriders, MC superestrellas, celebridades que son Dios y dos dedos que son estampa. “El documental se erige como una plataforma poderosa para llamar la atención sobre el hip hop y la cultura chicana”, dice Estevan Oriol, un patovica de Sunset Boulevard que terminó dirigiendo videoclips de Cypress Hill, Xzibit y D12. Y que, entre otras cosas, tomó una de las fotos más emblemáticas de la cultura contemporánea: esos dedos de mujer haciendo la L y la A, también conocidos como “LA fingers”. LA Originals cuenta la historia, el devenir y las aventuras del fotógrafo Estevan Oriol y de Mister Cartoon, el tatuador más requerido entre los raperos.
“Con este film apenas estamos rascando la superficie, pero había que empezar por algún lado y teníamos que compilar nuestras lecciones de vida”, apura Mister Cartoon, que llenó de tinta a Eminem, Snoop Dogg, 50 Cent, Justin Timberlake, Beyoncé y otras grandes estrellas del mainstream musical y de Hollywood. Y en una de esas piruetas alucinantes que tiene el cine, la película cuenta con producción ejecutiva del argentino Sebastián Ortega y fue financiada en gran parte por Underground, su productora. “Sebastián se ganó la confianza de Estevan”, explica Brian Maya, también criollo, productor, guionista y hombre fundamental detrás de LA Originals.
La película cuenta con un material de archivo exquisito, como las giras con House of Pain y Cypress Hill, el estreno de Machete en cines y los cariocas de porros tamaño Godzilla con B-Real. Y recorre alguna de las zonas más peligrosas del downtown de Los Angeles, la ciudad que es escenario y, a su vez, la otra gran protagonista. “Dependíamos de Estevan para tener acceso al aguantadero de la pandilla F13 o a la zona de Skid Row en el dowtown”, asoma Maya. “Amo Los Angeles por los autos, los lowriders, la comida y la gente. Tenemos todas las culturas representadas acá”, sacude orgulloso Mister Cartoon, cuyo nombre es Marcos Machado.
Por estos días, con mucho bombo de los raperos (Snoop Dogg subió videito, Eminem tuiteó, Ice-T agitó), LA Originals llegó a posicionarse entre las 5 producciones más vistas de Netflix en Estados Unidos. Sin embargo, Maya no se la cree: “La oportunidad que puede haber surgido a través del éxito de la peli en Estados Unidos es muy pasajera. La cultura de Hollywood es muy exitista y una situación como ésta es como ser el sabor del mes”.
No obstante, los perfiles de Estevan y Míster Cartoon tuvieron un espaldarazo a nivel mundial. Y la gratitud es absoluta: “Reunir fotos y videos de toda nuestra familia y amigos en una sola obra es invaluable para mí”, asoma Estevan Oriol. “Todo es diferente después del documental porque mucha gente pudo ver los logros de mi vida, a mis padres y mis fotos de la secundaria”, completa Mister Cartoon.
Oriol y Cartoon network
Sin rapear una sola barra, Oriol y Cartoon se convirtieron en dos piezas fundamentales de la cultura HH. Primero con Estevan como manager y luego como fotógrafo y cineasta. Después Cartoon, como diseñador de portadas y logos, y más como tatuador oficial de la movida. Lo explica Snoop Dogg en una oración, y corta la bocha: “Si no te tatuó Cartoon, no te tatuaste. Si no te tomó fotos Estevan, tu fotógrafo no sirve”. Mientras tanto, en LA Originals puede verse el nervio de los '90 y los 2000, de la mano de Oriol, quien inicialmente iba a filmar un documental sobre su amigo Cartoon. Y, en medio de los flashes, la presencia luminosa de NWA, Proof, Nas y de todos los protagonistas de la golden age del rap.
Con el material que Oriol recopiló durante 25 años y con unos 30 días de rodaje en Los Angeles, Maya configuró un documental cartográfico de la ciudad, con énfasis en el sentido de pertenencia y en la amistad. Y, fundamentalmente, devela el legado artístico del hip hop (que es música pero también grafiti, tatuaje, fotografía, diseño gráfico e indumentaria) de la costa oeste de Estados Unidos. Por eso, entonces, no hubo ni habrá hip hop sin Oriol y Cartoon. “El documental también es el romance platónico de dos amigotes a lo largo del tiempo. Algo inusual para dos personajes provenientes de una cultura predominantemente machista como la chicana”, desenreda Maya.
“LA Originals fue una experiencia abrumadora y una lección de humildad. Me consiguió la atención de mis colegas, de la industria en la que trabajo y también en todas mis plataformas de redes sociales”, comenta Oriol. Y completa Cartoon: “Hacer que otras personas vean tu metraje y años y años de tu vida es casi como ir a terapia, ¿sabés?”. Entretanto, Cartoon aprovecha el envión y le tira buena onda al team argento: “Hacer este documental con nuestros amigos de Argentina fue un proceso muy real, you know what I mean?”
Hermanos chicanos
A la sazón, LA Originals es un poderoso manifiesto sobre la cultura chicana, que deja en claro su importancia en el ecosistema hiphopero y extiende lazos sobre las dimensiones culturales, sociales y raciales de los latinos en Estados Unidos. Además, en su posta de testigo privilegiado, engorda su valor con la presencia de talentos como el fallecido basquetbolista Kobe Bryant, el baterista Travis Barker de Blink 182 o el comediante George López.
Todas las imágenes se comprimen como testimonio de época pero también ganan fuerza como leyendas vivientes. “Fue un gran agujero negro, ya que la historia de Los Angeles y de los chicanos es muy rica y hay muchísimo documentado. También era muy importante entender su especificidad”, reconoce Maya.
Lugares que son historia (Dios bendiga a S.A. Studios y al Sixth Street Bridge pandillero), fábulas que son vox populi (la vida en Skid Row), esencias que se esfuman con el tiempo (hoy LA es de los sitios más chetos que hay), personajes que se doblan pero no se rompen (Oriol ya se dio maña con Instagram). “Con LA Originals la gente podrá experimentar lo que es ser un artista de Los Angeles”, se regodea Mister Cartoon. “Es sorprendente ver tu logo en el catálogo de Netflix. Es inspirador y apenas estamos comenzando”, sigue el tatuador.
En la actualidad, Oriol está preparando (más) libros y (más) películas, y su amigo Mister Cartoon anda craneando una instalación artística en las oficinas de la marca deportiva de la pipa. “Ellos tienen una mente muy abierta para exponer mi trabajo, aunque sea una sala elegante y costosa, están incluyendo arte sucio, subterráneo y callejero”, asoma. Mientras, en plena pandemia, Maya diseña una ficción sobre boxeo, después de haberse agarrado a las piñas con los tiempos del rodaje, como encargado de lidiar con un montón de personajes con agendas apretadas, compromisos, egos y demandas de todo tipo.
Brian, ¿cuál fue la celebridad que más te costó conseguir para LA Originals?
--Eminem, sin dudas. Es un personaje muy hermético, no sale de su casa para nada. Rara vez viaja fuera de Detroit. Costó mucho, su management no nos respondía los mails. Al final nos dio la cita y viajamos. Le llevé una camiseta de Messi. Nos citaron en el Fox Theater de Detroit, donde ensayaba con su banda. Hacía 40 grados bajo cero. La furgoneta que alquilamos tenía escarcha sobre el tapizado. Cuando llegamos al teatro, a las 7 de la mañana, no había nadie y tuvimos que esperar cuatro horas. Al rato llegó Marshall y nos presentaron. Le doy la mano muy contento y le entrego la camiseta que le había comprado. Él la sostiene como buscando una cámara, hasta que la asistente le dice: ‘No, Marshall, es un regalo, es para vos. No es ningún sponsor’. Sin siquiera reírse, se la da a su asistente y la dejan tirada sobre algunos chizitos y bebidas, arriba de la mesa del catering. Yo pensaba en los 100 dólares que me había costado. Finalmente, nos dio una hora de entrevista.