A las puertas de otra semana de paros y manifestaciones, la gobernación bonaerense convocó a los gremios docentes a una reunión para esta tarde. Aunque el conflicto por los salarios de los maestros atraviesa todo el país, Cambiemos vuelve a poner los reflectores sobre el escenario de la provincia de Buenos Aires, donde la administración de María Eugenia Vidal afila su perfil más duro: está descontando los días a quienes adhirieron a las huelgas y avanza con el quite de la personería a los sindicatos que no acataron la conciliación obligatoria. Los seis gremios docentes de la provincia anunciaron que se juntarán desde el mediodía, antes de concurrir al encuentro, para evaluar una postura, y advirtieron que si quieren imponerles la conciliación, no concurrirán. Hoy realizan una nueva jornada de protesta que volverá a afectar las clases, con paros y medidas de acción directa según el distrito.
Durante el fin de semana, el Gobierno volvió a ningunear los reclamos de los gremios docentes. Sentado a la mesa de Mirtha Legrand, el presidente Mauricio Macri admitió que ni siquiera sabe qué aumento están pidiendo los maestros (ver página 5). La gobernación bonaerense –ámbito donde Cambiemos desplazó el foco de la discusión paritaria de este año– concretó mientras tanto su amenaza de descontar los días de paro.
Aunque falta para la fecha de cobro, los descuentos ya se pueden ver por sistema. Los gremios denuncian que fueron descuentos masivos, indiscriminados. “Hay irregularidades muy graves, porque descontaron con algo que ellos llaman carga masiva. Es decir que les sacaron días a todos: si vos estabas embarazada y no fuiste a la escuela por licencia de maternidad también te descuentan por paro; igual si estabas enferma. Incluso les descontaron a todos los docentes de una localidad que tuvo un feriado porque era el día de la ciudad, tomaron el asueto como si todos hubieran hecho paro”, señaló la secretaria gremial del Suteba, María Laura Torre.
La noticia exacerbó los ánimos porque, aunque estaba anunciada, se adelantó en otra muestra de la voluntad de la gobernación de jugar a fondo para desarmar la protesta. El viernes, la gobernadora ya había avanzado con un pedido al Ministerio de Trabajo para que quite la personería gremial a los sindicatos que no acataron la conciliación obligatoria. Al mismo tiempo, un diputado de Cambiemos solicitó el jury al juez de primera instancia que dictó una medida cautelar suspendiendo esa conciliación.
La dirigente del Suteba criticó que los descuentos se hayan realizado sin un mínimo contralor. Detalló en este sentido que las escuelas llevan un control de los días trabajados; las planillas con el listado de los ausentes y sus motivos son enviadas a los consejos escolares cuando termina el mes, y desde ahí van a la administración provincial. Cuando se hacen descuentos por paro, la quita se ve en los sueldos con un mes de demora, una vez que el Estado reúne la documentación. En este caso, la provincia no esperó a tenerla.
Las liquidaciones de los sueldos empezaron a ser cargadas el viernes; por cada jornada de paro se les descontó a los que adhirieron entre 450 y 650 pesos. Los funcionarios anticiparon que los demás días de huelga se computarán en el mes de abril.
“Estamos terminando de cargar dos días más, que son los que van a entrar el mes que viene. Los otros van a entrar para el otro mes porque no se llega con el proceso de carga”, confirmó ayer el director de Cultura y Educación, Alejandro Finnochiaro.
En esta situación, los seis sindicatos que integran el frente gremial acordaron para hoy una nueva jornada de paro y protestas. El Suteba llamó al paro, y las otras organizaciones se suman según lo que puedan sostener en cada distrito. Es decir que hay escuelas donde no habrá clases y otras donde habrá radios abiertas, volanteadas, clases públicas, etcétera. Suteba, Sadop, UDA, CEA, AMET y Udocba vienen coordinando sus acciones desde el comienzo del conflicto, y armaron un cronograma de acciones para toda esta semana.
Mañana martes y el miércoles se hará un paro nacional de 48 horas y la marcha federal a la Plaza de Mayo, medidas que son convocadas por las cinco federaciones que representan a los maestros de todo el país.
Los docentes reclamarán con este nuevo paro de 48 horas (el segundo en dos semanas) que el gobierno nacional realice la paritaria nacional, que este año Cambiemos decidió eliminar, borrando de un saque la mesa de diálogo y negociación donde desde 2008 se fijaba el sueldo inicial de los maestros. De esta paritaria nacional depende también el volumen del Fondo Compensador (el auxilio que la Nación da a las siete provincias de menores recursos para que puedan pagar ese piso salarial), ahora en plan de ser reducido progresivamente, y el monto del Fondo de Incentivo Docente, suma que –también con fondos nacionales– completa los salarios a cargo de las gobernaciones.
La marcha federal arrancará así mañana desde siete provincias –desde las más lejanas a la Capital Federal habrá delegaciones que se van a anticipar saliendo hoy–, para recorrer el país y llegar el miércoles a la Plaza de Mayo, donde cerrarán con un acto.
El paro nacional de 48 horas vertebrará los reclamos de casi una veintena de distritos que no cerraron todavía sus paritarias locales. Con la excepción de Misiones, Mendoza, San Luis y Santiago del Estero, las discusiones salariales docentes siguen irresueltas en la mayoría de las provincias. Las ofertas no superan el techo del 18 por ciento impuesto desde el gobierno nacional, o se sitúan incluso en porcentajes inferiores. Ausente el Estado nacional de las negociaciones, el horizonte de los sueldos de los maestros va cuesta abajo.