Boron bon bon / Boron bon bon / Toda tu hinchada / Es de cartón.

No lo pudieron cantar los hinchas del Bayer Leverkusen porque no estaban en el estadio, pero bien pudieron haberlo hecho los jugadores en el vestuario para celebrar la victoria por 3 -1 en su partido como visitantes de la Bundesliga. Es que en el estadio del local, el Borussia Moenchengladbach, unos 15 mil hinchas de cartón fueron mudos testigos del acontecimiento. Las gigantografías con el rostro verdadero de los fanas del club fueron colocadas en las tribunas cabeceras como para alentar a los futbolistas locales. Cada uno de esos simpatizantes pagó 19 euros para garantizar su presencia virtual, por lo que la recaudación llegó a casi 300 mil euros, que se destinaron a obras benéficas

No se sabe si se van a insistir en el próximo partido de locales, si van a archivar la idea o si van a redoblar la apuesta y a los hinchas los ven a dotar de voz y/o movimiento para ver si mejoran su prestación. Quizás en el próximo encuentro canten “Car-to-ne-ros, carajo / Car-to-ne-ros, carajo”

Esto de los simpatizantes virtuales no es nuevo. En el 2010 los dirigentes del Triestina de Italia que jugaba en la serie B hicieron colocar una lona en una cabecera con hinchas pintados porque los de verdad le daban la espalda al equipo que jugaba muy mal. Hoy , tristemente, Triestina juega con otro nombre (Unión Sportiva Triestina Calcio) en la serie D, la más baja de todas. Por ese mismo tiempo las Chivas de Guadalajara jugaron un partido del torneo mexicano con hinchas de cartón, cuando no podían ir los espectadores por la gripe A . Y hace poco en Corea del Sur. Los directivos del club FC Seoul colocaron muñecas inflables en las tribunas en los lugares donde debían estar los aficionados. El equipo ganó 1-0, los dirigentes explicaron que las muñecas no tenían connotaciones sexuales y solo se trataba de maniquíes, pero cuando se descubrió que sostenían en sus manos letreros promocionando servicios variados, en una publicidad encubierta, el club se vio obligado a pedir disculpas y desinflar definitivamente la idea.

No se sabe qué nos deparará el futuro, pero seguramente habrá muchas novedades en todas las latitudes, a partir de estos ejemplos, en la medida en que se reanuden las competiciones. Todo es posible en el reinado de la mente de los marketineros del fútbol, todo es posible en la dimensión desconocida de la tele.