La provincia de Santa Fe tiene nueve mujeres policías al frente de diferentes jefaturas y direcciones. "Antes esto era impensado; lo que logra un hombre en veinte pasos, a una mujer le cuesta 150"; "mientras preparamos el operativo de mañana, pensamos qué están haciendo nuestros hijos y qué vamos a cocinar"; "hay cuestiones que a las mujeres nos cuestan el doble y esto es un reconocimiento". Las frases de algunas de ellas tienen que ver con experiencias que atraviesan las agentes que representan el 35% de la fuerza policial santafesina. La semana pasada, junto a la Subsecretaría de Bienestar y Género de la Policía, se reunieron por primera vez con la Secretaría de Estado de Igualdad y Género. El encuentro se vivió como un "momento histórico", en el que también se apuntó a "fortalecer el servicio a la ciudadanía".
En enero pasado, cuando el ministro de Seguridad Marcelo Sain puso en funciones a nuevos agentes, apuntó a que haya más jefas. "La sociedad está cambiando aceleradamente en cuanto a igualdad y derechos de las mujeres y eso tiene que llegar a la policía", dijo en aquel momento. Cuatro meses después, la semana pasada, una foto mostró juntas a las policías que hoy ocupan jefaturas en diferentes dependencias de la fuerza. "Es histórico que tantas mujeres estén en puestos jerárquicos de la Policía", destacó la titular de la Secretaría de Estado de Igualdad y Género, Celia Arena. El principal antecedente es la designación de Leyla Perazzo como jefe de la Policía de la provincia (la primera del país) entre diciembre de 2003 y agosto de 2006.
El motivo del encuentro en el que participaron Mariana Olivieri, a cargo de la Agencia de Control Policial; Paula Drovandi, directora de la Policía Comunitaria; Marcela Muñoz, jefa de la Unidad Regional I; Doris Abdala, directora de la Policía de Seguridad Vial; Emilce Chimenti, jefa de Unidad Regional IV; Ileana Insaurralde, al frente de la Unidad Regional VII; Roxana Legunda, jefa de Departamento Personal (D1); Carina Degra, a cargo del Departamento Comunicaciones (D3), y Analía Noval, titular del área de Trata de la Agencia de Investigación Criminal, fue empezar a trabajar por la igualdad dentro de la fuerza en la que van ganando espacio, pero que históricamente estuvo ocupada por varones salvo excepciones.
Entre los principales objetivos, se habló de "mejorar las condiciones laborales y la prevención de violencia o abuso de autoridad en la policía; concretar la igualdad de derechos y oportunidades laborales, entre varones y mujeres; y prevenir y erradicar toda forma de discriminación y violencia directa o indirecta contra las mujeres y personas LGBT dentro de la institución policial".
Así, a través de la Secretaría de Estado de Igualdad y Género y de la Subsecretaría de Bienestar y Género en la Policía -creada por la gestión actual del gobierno provincial-, a cargo de Natacha Guala, buscaron "armar una agenda conjunta en pos de generar estrategias y acciones institucionales que promuevan el bienestar integral del personal y la igualdad de género en la Policía".
Frente a ello, Celia Arena destacó "la decisión política de jerarquizar y otorgar a las mujeres estos espacios. Por primera vez en la historia hay una mujer al frente de una Unidad Regional tan importante como es la de Santa Fe", ejemplificó sobre el caso de Marcela Muñoz, que asumió hace pocos días en la UR I.
"Tuvimos una charla muy interesante, durante varias horas, sobre cómo articular cuestiones que tienen que ver con el género y las diversidades; y también sobre cómo trabajar con las mujeres dentro de su misma fuerza. Nos hablaron de las vivencias, los obstáculos y las potencialidades; tratando de apostar a la mejora de la autoridad policial para fortalecer el servicio a la ciudadanía", resumió la funcionaria. "En la charla surgieron muchas experiencias y cuestiones compartidas. Como así también, cómo se fueron tejiendo redes. En general nos pasa que las mujeres tenemos que demostrar todo el tiempo lo que podemos hacer", señaló.
Natacha Guala sumó que "es un primer encuentro de muchos que queremos tener en el marco de este proceso de transformación que inició esta gestión y, particularmente en el Ministerio de Seguridad, de promover la igualdad de género dentro de la institución policial y de colocar a mujeres en puestos de decisión”.
Olivieri tiene 22 años en la fuerza y está "orgullosa" de sus colegas y del encuentro que se generó. "Antes las mujeres estábamos más en cargos administrativos que operativos (dentro de la fuerza). La primera vez que pude hacer un curso fuera del país fue en 2017, porque siempre iban los hombres. Creo que podemos hacer cosas igual que ellos, pero nos ha costado más llegar y quien nos da hoy la posibilidad es el ministerio", destacó.
"Son años de mucho trabajo y hay que pensar que nosotras tenemos una doble función, porque en casa tenemos otra. En nuestra profesión se nos exige más por el hecho de ser mujer sin contemplar todas estas cuestiones. Antes estábamos en evaluación constante y ese paradigma va cambiando. Creo que juntas podemos hacer mucho más. Hoy me siento recompensada por este hecho histórico", sumó Dorvandi, que asumió en diciembre pasado y tiene 31 años en la fuerza.