El viernes pasado, Amazon Prime Video estrenó la nueva temporada de Homecoming, uno de los productos más complejos y alucinantes del último lustro. Vale apuntar que la doctora Heidi Bergman (Julia Roberts) ya no es parte de la historia, pero el motor de narrativo es el mismo: la locura controlada. De hecho, podría decirse que Jackie (Janelle Monáe) sufre el delirio de The Truman Show. Ese trastorno psicológico por el que alguien cree que su vida es parte de un reality show o una obra teatral. En el inicio la mujer despierta en un lago, no tiene idea dónde está ni quién es, pero asegura que su vida está guionada. Su mayor problema, sin embargo, es que está en una serie que pervierte toda lógica, donde mandan la confusión y el extrañamiento. La ficción, creada por Sam Esmail (Mr. Robot) está compuesta por diez episodios.
Obviamente el meollo es resolver lo que pasa por la cabeza de Jackie. Y aunque el nuevo arco funciona de manera independiente se siente familiar, específicamente, por la presencia del Geist Group. Esa corporación siniestra y poderosa que le gusta experimentar con los humanos y afín a los proyectos militares top secret. El creador de la serie legó la dirección a Kyle Patrick Alvarez, quien apela al mismo registro visual juguetón (pantallas partidas, planos secuencias, juegos con la profundidad de campo) con el que se floreó Esmail. Chris Cooper y Joan Cusack se destacan dentro de este relato lleno de misterio y operaciones al estilo El Embajador del Miedo. Un mix de drama, suspense, thriller psicológico y conspiparanoia que juega con la mente de sus criaturas como con la del espectador.