En una jornada en la que se acrecentaron las tomas de terrenos vacíos en la ciudad de Salta, vecinos del barrio Solidaridad denunciaron que un hombre de 52 años, identificado como Rodolfo Yurquina, resultó con una grave herida en la pierna derecha, a la altura de la rodilla, por un disparo de balas de gomas efectuado a muy corta distancia por miembros de la Policía de Salta, que desalojaron a un grupo de familias.
En este caso la toma se había realizado alrededor de las 16 de ayer, detrás de la planta de gas, en el ingreso a barrio Solidaridad, conocida como Primera Etapa y también como barrio Sanidad. Se trataba de un grupo de unas 500 familias que reclaman la adjudicación de tierras para familias sin techo.
La represión se desató a eso de las 22.30 y continúo por una hora, extendiéndose la persecución a otras zonas del barrio, incluida su avenida principal, la 200, donde los vecinos trataron de realizar un corte para protestar porque no les permitían quedarse en la ocupación.
Abigail Blanco, una ama de casa y madre de 23 años, que participaba de la toma contó a Salta/12 que tras la ocupación seis delegadas habían acordado con el jefe policial a cargo del operativo que se iban a mantener en el lugar, y que no habría represión. Sostuvo que primero les dijeron que solo 30 personas iban a ser autorizadas a quedarse en representación de las 500 familias, pero que ante la oposición de los ocupantes, les concedieron quedarse, pero les impusieron un límite de ocupación dentro del terreno baldío, que es de tres o cuatro manzanas.
Blanco reconoció que hubo personas que excedieron ese límite. Dijo que eso, más el hecho de que varios prendieron fuego para calentarse, molestó a los policías, por lo que volvieron a parlamentar. Pero "dos minutos" después "se empezó a escuchar un griterío de mujeres del otro lado" y se les vino "toda la Infantería encima".
La joven dijo que la gran mayoría de las ocupantes eran mujeres, algunas embarazadas y todas con hijos, contó que por eso comenzaron a levantar sus carpas y a tratar de retirarse, pero que la Infantería avanzó empujándolos y rodeándolas. "Empezaron a empujar, más y más, y cuando uno se para y les dice basta, ya basta, no les gustó, entonces empezaron a hacer tiros al aire. La gente empezó a correr, porque se asustaron", relató.
Dijo que trataron de calmar a la gente, pero para entonces estaban ya rodeados por la Policía. "Los hombres se molestaron, entonces empezaron a hacer más tiros, tiros y tiros. Toda la gente salió corriendo". La joven aseguró que los disparos apuntaban a los ocupantes que escapaban y sostuvo que en esas circunstancias resultó herido en la pierna derecha su tío, Rodolfo Yurquina. "Le sacaron la pierna, la tiene suelta", describió. Afirmó reiteradamente que el disparo fue realizado a menos de un metro de distancia y que su tío quedó tendido en ese lugar, fue sacado en ambulancia y quedó internado en el Hospital San Bernardo.
Según Blanco, muchos otros ocupantes resultaron con heridas de balas de goma en distintas partes de su cuerpo. Ella mismo recibió un disparo en el pecho. Para reforzar sus dichos acompañó fotografías y videos de al menos seis personas con heridas de balas de goma en el rostro, brazos, piernas, el torso y la cabeza. La vecina contó que de la represión participaron policías de Infantería, la Caballería y otros de civil. "Ninguno tenía identificación, ni nada", destacó.
Gran parte de estas familias que participaron de la toma en el Solidaridad habían tratado de ocupar estos terrenos hace dos años, y también fueron reprimidas en tiempo récord. Blanco dijo que todas tienen carpetas presentadas en el Instituto Provincial de Vivienda (IPV) y que también insistieron en presentaciones en la Legislatura para que se expropien estos terrenos y los pongan a la venta a vecinos sin techo. "Ahí pasaron violaciones, robos, lo que se pueda imaginar hay en esos terrenos, porque es un baldío regrande, lleno de yuyos", describó para explicar que el terreno así como está resulta perjudicial para los vecinos.
Y el viernes último unas 150 de estas familias habían tomado un terreno baldío en el barrio Gauchito Gil, que está próximo, pero luego de unas horas en que la Policía les advirtió que las iban a reprimir, decidieron abandonar esa toma.
Blanco dijo que su marido es albañil y vive de changas, contó que ahora residen en la casa de su suegra, y necesitan una vivienda propia para su familia. "Somos conscientes de la situación habitacional que existe en la provincia de Salta, pero no es para que nos den una patada", lamentó.
El Partido Obrero, que colaboró con la difusión de la represión realizada durante la noche, insistió en la crisis habitacional que hay en la provincia. "En Salta se cuentan 72.000 (familias) sin vivienda, muchas de ellas viven completamente hacinadas. La cuarentena y la pandemia han hecho explotar una nueva crisis, las familias ya no pueden hacer frente siquiera a un alquiler, que se lleva puesto hasta un 50% de los ingresos de una familia trabajadora”, sostuvo la dirigenta Gabriela Jorge.