Este miércoles, los jueces del Tribunal Oral Criminal N°7 de Lomas de Zamora darán a conocer su veredicto en el juicio contra Marcos Bazán, uno de los imputados por el femicidio de Anahí Benítez, perpetrado en esa localidad en 2017. Bazán se expone a la pena de prisión perpetua , aunque sus abogados y agrupaciones feministas aseguran que el proceso no arrojó pruebas, y que una sentencia a perpetua constituiría una "aberración judicial". En un juicio donde el principal acusado, Marcelo Villalba -cuyo ADN fue comprobado en el cuerpo de la joven y que fue señalado como quien la secuestró junto a un grupo en el que no fue mencionado Bazán-, fue dejado de juzgar tras alegar problemas psiquiátricos, la causa se cierra con más dudas que certezas. Entre ellas, que la comisaría que intervino en la búsqueda de Anahí, la 9° de Parque Barón, fue allanada en medio de una investigación por coimas efectuadas por una red de trata y narcotráfico, y su comisario detenido.
Los jueces Roberto Conti, Elisa López Moyano y Roberto Lugones anunciarán este miércoles si Bazán es hallado culpable de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género", en calidad de coautor o, alternativamente, de partícipe necesario y de "abuso sexual agravado por acceso carnal" como partícipe necesario. Tanto el fiscal Hugo Carrión como Guillermo Bernard Krizan, abogado de Silvia Pérez, madre de Anahí, pidieron prisión perpetua para el imputado.
Según el fiscal, Bazán actuó en "coautoría funcional" junto a Villalba, cuyo ADN fue encontrado en el cuerpo de la víctima. Entre ambos habrían secuestrado a Anahí para luego turnarse su vigilancia en la casa de Bazán entre el 29 de julio y el 4 de agosto de 2017, cuando su cuerpo fue hallado en la Reserva de Santa Catalina. La principal evidencia es el rastrillaje del perro Bruno, que el 7 de agosto siguió el rastro del olor de una prenda de la víctima hasta la casa de Bazán en la Reserva. Después, tras olfatear una muestra del acusado, Bruno se dirigió al foso donde había aparecido el cadáver.
Aunque para fiscalía y querella esto es prueba suficiente para ubicar a Bazán en los hechos, la defensa del imputado asegura que el rastrillaje está viciado de nulidad, ya que el operativo "no cumplió la cadena de custodia", según indicó en su alegato la abogada Rosario Fernández, quien lleva adelante la defensa junto con Eduardo Soares, ambos de la Asociación Gremial de Abogados. Fernández detalló que la prenda de Anahí fue entregada al encargado del rastrillaje un día antes del operativo, que se la llevó a la casa, y que hasta el día siguiente nadie controló que no fuera manipulada. Además, aseguró que luego de encontrado el cadáver y hasta el día del rastrillaje el foso quedó descubierto y con la posibilidad de que "cualquier curioso se acercara".
Más allá del rastrillaje, desde la defensa consideran que el proceso no arrojó pruebas para inculpar a Bazán ni para confirmar que conocía a Villalba. Tanto Krizan como Carrión reconocieron que la causa posee fuerte contenido indiciario y no probatorio, aunque el abogado aseguró que, aún así, existen "indicios graves, precisos y concordantes". La Gremial de Abogados, que junto a familiares y amigos de Bazán denuncian desde el inicio del proceso que se trata de una "causa armada", emitió un comunicado en el que indican que mantienen "desconfianza en el TOC 7", y pidieron a los jueces "no consumar otra aberración judicial". En este sentido, Fernández confirmó a Página/12 que iniciaron "una recusación contra el Tribunal", que podría avanzar hasta "decidir hacer el juicio de vuelta" si el acusado no es absuelto.
Más allá de la sentencia de Bazán, la causa deja muchos interrogantes. De las fojas acumuladas en casi tres años de investigación hay algo en lo que todas las partes parecen coincidir: del asesinato participaron más de dos personas. El propio Villalba abrió esta puerta en su declaración indagatoria, cuando aseguró no haber estado solo al momento de los hechos. Sin embargo, luego de que los peritos oficiales diagnosticaran el segundo día de juicio que el principal imputado mostraba "una estructura psicótica", su palabra clave estuvo ausente del debate.
En mayo de 2018 un testigo golpeó la puerta de la casa de la madre de Anahí para indicarle que su hija había sido secuestrada por cinco hombres, entre los que no ubicó a Bazán pero sí a Villaba, quién, agregó, era conocido en el barrio por vender drogas. Luego añadió que Anahí fue llevada a una casa del barrio Parque Barón donde fue drogada y violada por el grupo. El testigo fue incorporado a la causa con identidad reservada, se realizaron algunos peritajes pero la pista nunca fue profundizada. Meses antes de la aparición de este testigo, la comisaría 9° de Parque Barón, encargada de la búsqueda de Anahí, fue allanada en medio de una investigación por coimas efectuadas por una red de trata y narcotráfico.
En su alegato, Krizan aseguró que Bazan y Villaba participaron del asesinato "junto a otras personas que hasta el día de la fecha no han sido individualizadas". Por su parte, Soares sostuvo que "en el expediente surgen nombres de quienes podrían haber sido responsables y no se investigaron". En un sentido similar se expresó la madre de Anahí, quien afirmó que a la causa "le falta mucho, juzgar a Villalba y a otras personas que nombraron los testigos". Incluso el fiscal Carrión dejó entrever en su alegato que hubo más implicados, al asegurar que "al menos" dos personas realizaron las acciones. Hasta el momento, nadie ha sabido explicar de manera oficial por qué no se siguieron las pistas abiertas en la investigación.
Informe: Santiago Brunetto