Mientras Sergio Maldonado buscaba a su hermano desaparecido, gendarmes y funcionarios lo siguieron, lo escucharon hablar por teléfono, le sacaron fotos, lo intimidaron e incluso mandaron a una nena a grabar sus conversaciones. Estos son los hechos que investiga el juez federal Daniel Rafecas en la causa por el espionaje ilegal que desplegó Gendarmería Nacional y que siguió después del hallazgo del cuerpo de Santiago, patrocinado por la abogada Myriam Bregman. "Hubo novedades en esta causa por el espionaje que el CRI (Centro de Reunión de Información) de Neuquén de Gendarmería hizo a la familia Maldonado y a quienes apoyamos su lucha, porque le confirmaron al juez que la línea usada para los partes de inteligencia pertenece al edificio Centinela de Buenos Aires", dijo ayer la letrada, ella misma víctima de tal delito.
Esto ratifica las sospechas de que las órdenes provinieron de la sede central de los gendarmes, cuyo ex jefe Gerardo Otero respondía de manera directa a las órdenes de la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich. El Centinela está ubicado en la dirección que figura en éste documento, Avenida Antártida Argentina 2258, donde la ex funcionaria, antes de dejar su cargo, recibió de la entonces conducción de la fuerza un sable con la provocativa frase que había pronunciado cuando aún nada se sabía de Santiago: "No voy a tirar un gendarme por la ventana".
En su declaración testimonial, el mayor de los Maldonado contó en orden cronológico los hechos que comenzaron poco después de la desaparición de su hermano:
* Los mensajes desde el Centro de Reunión de Información (CRI) de Gendarmería en Neuquén que informaban --ahora se sabe que a la jefatura en el Centinela-- sobre una concentración en plaza Pagano en El Bolsón, decía que los manifestantes marcharían a la Escuela 35 pero que Maldonado ordenó ir a la casa del comandante Fabián Méndez, jefe del Escuadrón 35 de El Bolsón y pieza clave en la intrincada causa por la desaparición seguida de muerte de "El Brujo", como le decían a Santiago. “Encima mienten, es falso, tenía la cabeza en otra cosa”, le dijo Sergio Maldonado al juez junto a Bregman y Matías Aufieri, ambos del Ceproh, además del abogado de Méndez. La mención a la casa de Méndez no es casual: el comandante presentó una carpeta con notas periodísticas sobre presuntos ataques a su vivienda para justificar el espionaje.
* El fin de semana previo a que apareciera el cuerpo de Santiago los Maldonado se alojaron en el hotel Cumbres Blancas de Esquel. “En un lugar apartado revisábamos material del Ministerio de Seguridad que habíamos pedido, venía una nenita a usar la computadora. Al otro día, misma situación, la nena iba y venía, algo normal. Pero el segundo día cuando la nena tocó su celular y empezamos a escuchar la voz de Andrea (su esposa) grabada en ese celular. Con Verónica Heredia (abogada de la causa principal) y Andrea no podíamos creer que estábamos escuchando su voz”, dijo Sergio.
* De visita en CABA, el 12 de agosto de 2017, Sergio escuchó a través de la pared del hotel donde estaban “una voz que leía lo que había dicho Andrea en Plaza de Mayo unas horas antes”. Cada vez que Sergio cruzó a Chile fue hostigado, y en la causa hay pruebas de la coordinación del gobierno macrista con el chileno. Sin embargo, ese tramo del denominado "plan Cóndor del macrismo" no ha sido aún de interés para los investigadores judiciales en Comodoro Py.
Separación de efectivos
En tanto, el Ministerio de Seguridad a cargo de Sabina Frederic, ordenó pasar a disponibilidad a tres jefes de Gendarmería. Resulta que en su edición del domingo, Clarín difundió un parte de inteligencia de esa fuerza de seguridad donde consta que miembros del "Centro de Reunión de Información, Neuquén" realizaron tareas de espionaje a trabajadores de la minera de oro y plata de la localidad nequina de Andacollo, que llevaban meses de protesta contra la compañía Trident Southern Explorations por falta de pago de sus sueldos. Desde esa cartera aseguraron a este diario que el apartamiento de los jefes del "CRI" de Neuquén, así como eventuales acciones administrativas y legales, es una prueba de que el Gobierno no avalará prácticas de Inteligencia por fuera de la Ley.
En este sentido, Bregman anticipó que junto al diputado Nicolás del Caño realizarán pedidos de informes en el Congreso y a la Agencia de Acceso a la Información Pública. "Los mineros de Andacollo fueron nuevamente espiados por el CRI Neuquén, nuestros compañeros diputado Andrés Blanco y Raúl Godoy estuvieron acompañando las protestas de los mineros. Con ellos, hace unos años, ya habíamos denunciado al CRI Neuquén como parte de la red del Proyecto X", de espionaje ilegal revelado en noviembre de 2011 por Página/12. Todo indica que ese sistema sobrevivió durante las sucesivas administraciones, aunque al poner luz sobre estas prácticas las reacciones son opuestas: una ministra en el gobierno de Macri respaldó a los gendarmes, la ministra de Alberto Fernández los apartó de la fuerza.